miércoles, 27 de mayo de 2015

Que es una Adiccion ?

"Tendencia imperiosa de la persona que pierde su capacidad de dominio en relación al consumo de drogas, al uso de objetos (ordenador, televisión) o a la repetición de actividades (juego compulsivo), hasta el punto de dañarse a sí mísma o a la sociedad". Ver también conducta adictiva.

Farré Martí J., Diccionario de Psicología, Océano, Barcelona, 1999, pág. 15.

Cualquier comportamiento que cumpla los siguientes seis criterios será definido operacionalmente como adicción: 1) Saliencia: Se refiere a cuando una actividad particular se convierte en la más importante en la vida del individuo y domina sus pensamientos, sentimientos y conducta. 2) Modificación del humor: Experiencias subjetivas que la gente experimenta como consecuencia de implicarse en la actividad. 3) Tolerancia: Proceso por el cual se requiere incrementar la cantidad de una actividad particular para lograr los efectos anteriores. 4) Síndrome de abstinencia: Estados emocionales desagradables y/o efectos físicos que ocurren cuando una actividad particular es interrumpida o repentinamente reducida. 5) Conflicto: Se refiere a los conflictos que se desarrollan entre el adicto y aquellos que le rodean (conflicto interpersonal), conflictos con otras actividades (trabajo, vida social, intereses, aficiones), o dentro de los propios individuos (conflicto intrapsíquico) que están involucrados con la actividad particular. 6) Recaída: Es la tendencia a volver los patrones tempranos de la actividad que vuelven a repetirse, restaurando los patrones más extremos de la adicción tras muchos años de abstinencia o control.

Griffiths, M.D. (1998). Internet addiction: Does it really exist? En J. Gackenbach (Ed.), Psychology and the Internet: Intrapersonal, interpersonal and transpersonal implications (pp 61-75). New York: Academic Press.

Que es la Adaptacion

“Interacción entre el individuo y el medio en que vive. La adaptación marca, por una parte, la modificación armoniosa de la conducta respecto de las condiciones del medio; por otra parte, la evolución del medio en el cual y sobre el cual el individuo actúa”.

Virel A., Vocabulario de psicoterapias, Barcelona, Gedisa, 1985, pág. 27.

Que es el ACTING OUT?

Durante el tratamiento analítico, el fenómeno del acting out "consiste en los intentos del paciente de usar la transferencia no solamente como una manera de rendir cuenta de los conflictos que se van movilizando, sino también de volver a vivirlos en relación con el analista. Algunas personas se conducen de este modo incluso fuera de la situación analítica. Sus actos, más que formas de actividad

racionalmente emprendida, son repetición de situaciones infantiles o intentos de poner fin a conflictos de la infancia. Utilizan una situación real, de algún modo vinculada, por asociación, con un conflicto reprimido, como una oportunidad de descarga".


Fenichel O., Teoría psicoanalítica de las neurosis, Buenos Aires, Paidós, 1966, pág. 565.


Definiciones.- Fuera del psicoanálisis, en el ámbito de la clínica psiquiátrica, la expresión acting-out designa "actos impulsivos, violentos, agresivos, delictivos (crimen, suicidio, atentado sexual, etc.); el sujeto pasa de una representación, de una tendencia, al acto propiamente dicho. Por otra parte, en su utilización clínica, este término no hace referencia a una situación transferencial" (1).


En psicoanálisis, acting-out es un término utilizado “para designar acciones que presentan casi siempre un carácter impulsivo relativamente aislable en el curso de sus actividades, en contraste relativo con los sistemas de motivación habitual del individuo, y que adoptan a menudo una forma auto o heteroargresiva. En el surgimiento del 'acting-out' el psicoanalista ve la señal de la emergencia de lo reprimido. Cuando aparece en el curso de un análisis (ya sea durante la sesión o fuera de ella), el 'actingout' debe comprenderse en su conexión con la transferencia y, a menudo, como una tentativa de desconocer radicalmente ésta” (2).


Implicancias clínicas.- Freud había afirmado que el analizado puede no recordar nada de lo olvidado o reprimido, sino que lo vive de nuevo a través de la transferencia. Es decir que no lo reproduce como recuerdo sino como acto: lo repite sin saber naturalmente qué es lo que repite. Así, "mientras el sujeto permanece sometido el tratamiento no se libera de esta obsesión por repetir, y acabamos por comprender que este fenómenos constituye su manera especial de recordar" (5).


Agrega más adelante que cuanto más intensa es la resistencia, más ampliamente quedará sustituído el recuerdo por la repetición (acto). Freud forzaba al paciente a una continua lucha por mantener en el terreno psíquico todo impulso que intentaba derivar hacia la motilidad, considerando un éxito de la cura si lograba conseguir algo por el recuerdo y no por la derivación al acto.


En este contexto, deberíamos diferenciar el acting-out dentro de la cura y fuera de ella. Freud nos da una pista al respecto cuando señala que "en modo alguno es deseable que el paciente, fuera de la transferencia, 'lleve a la acción' en lugar de recordar; lo ideal, para nuestra finalidad, sería que se comportase lo más normalmente posible fuera del tratamiento y que sólo manifestase sus reacciones anormales dentro de la transferencia" (7).


Según Laplanche, esta distinción parece responder a preocupaciones primordialmente técnicas, en el sentido de que el individuo que lleva a la acción los conflictos fuera de la cura sería menos accesible a la toma de conciencia de su carácter repetitivo, y capaz, fuera de todo control y de toda interpretación del analista, de satisfacer hasta el final, hasta el acto completo, sus pulsiones reprimidas (8).


Sin embargo, el acting-out tiene un elemento rescatable, como lo señalaron Fenichel y otros autores: el acting-out puede resultar un elemento positivo en la transferencia, ya que permite rescatar aspectos inconcientes que de otro modo resultan reprimidos.


Otro enfoque distinto es el que ve en el acting-out una manifestación netamente patológica. Por ejemplo, "la psicopatología del acting out se explicita como una técnica defensiva que se produce por la ruptura del precario equilibrio entre las partes neuróticas y psicóticas de la personalidad, con predominio de estas últimas. Su finalidad funcional es expulsar los aspectos psicóticos excesivos en un nuevo depositario y recuperar el precario equilibrio homeostático. Esto aparece en las sesiones como un ataque al encuadre para modificarlo según las necesidades y controlar con técnicas omnipotentes. El acting-out funcionaría pues como una 'válvula de seguridad' extrema que demarca la separación mínima entre neurosis y psicosis y procura evitar la caída en esta última" (6).



Implicancias teóricas.- Desde el punto de vista pulsional, el planteo que hace Fenichel resulta adecuado. Según este autor (3), el acting-out neurótico es una conducta que inconcientemente alivia la tensióninterna y produce una descarga parcial de los impulsos evitados. La situación presente, de algún modo asociada con el contenido reprimido, se usa como una ocasión para la descarga de energías. Como se ve, desde la postura de Fenichel el enfoque es predominantemente económico, y, más concretamente, sus consideraciones parecen relacionar el acting-out con un predominio del principio del placer por sobre el de realidad, ya que la conducta en cuestión parecería tender predominantemente a la descarga de tensiones que amenazan con perturbar el equilibrio interno.



Desde el punto de vista objetal, el acting-out podríamos entenderlo como el resultado del establecimiento de relaciones objetales perturbadas desde la infancia. Grimberg, por ejemplo, relaciona la dinámica del acting-out con la intolerancia psíquica frente a experiencias de pérdida (duelos infantiles no resueltos) y a la necesidad de evacuar el dolor en objetos externos.



Dicho autor remarca la importancia de la identificación proyectiva al respecto, y señala también que "tales pacientes han mantenido vínculos (predominantemente narcisistas) con objetos idealizados tratados ambivalentemente con admiración, envidia y avidez" (4). En cuanto a la relación con los padres, señala que los mismos no funcionaron como buenos y rechazaron los sentimientos de dolor, ansiedad y culpa persecutoria proyectados en ellos. De esta forma la madre identificó proyectivamente sus propios conflictos en el niño, incrementando la necesidad de éste de realizar el acting-out.



El enfoque objetal, como se ve, nos aclara los aspectos genético-evolutivos del acting-out, al referirlo a situaciones infantiles tempranas. Un intento en esta misma dirección lo realiza Greenacre, un autor que ha estudiado detenidamente el problema del acting-out.


Según este pensador, durante el segundo año de vida se estructuran el lenguaje y la deambulación, y parece haber un aumento de la actividad general. En aquellos individuos en que ha habido una perturbación severa en el periodo preverbal, la estructuración del lenguaje resulta dificultosa, y se conservan en cambio numerosas formas no verbales de comunicación (9). En el acting-out predominan justamente las formas no verbales de comunicación, originadas en perturbaciones más tempranas y manifiestas, por el uso de la acción como modelo de comunicación.



Las perturbaciones tempranas párecen estar relacionadas con las demandas insatisfechas de la etapa oral, con lo cual nuevamente volvemos al enfoque pulsional. Para Liberman (10), tales perturbaciones se relacionan con las dificultades del niño para transmitir su necesidad en un lenguaje apropiado.


De tal modo, si el objeto externo depositario no puede decodificarlas, no logra desempeñar el papel que el niño necesita para satisfacer su necesidad. El niño puede detectar sus necesidades internas y puede relacionarlas con el objeto que está en condiciones de satisfacerlas, pero no puede codificarlas adecuadamente para transmitir el mensaje que quiere transmitir. Como consecuencia de la  insatisfacción, se refuerza el sufrimiento intrapsíquico y se incrementan las inclinaciones del Yo a recurrir al lenguaje de acción. Podríamos entender esta idea de Liberman diciendo que, como el niño no logró un aprendizaje del lenguaje verbal para expresar sus necesidades, recurre a la acción para hacerse entender en ese sentido.


Citas

(1) Laplanche J. y Pontalis J., "Diccionario de Psicoanálisis", Barcelona, Labor, 1981, 3° edición, página 6.

(2) Laplanche J. y Pontalis J., Op. Cit, páginas 5-6.

(3) Fenichel O., "Teoría psicoanalítica de las neurosis", Nova, Buenos Aires, 1957.

(4) Grimberg L., "Sobre acting-out y su rol en el proceso psicoanalítico", relato oficial al Congreso

Internacional de Psicoanálisis, 1967.

(5) Freud S., "Recuerdo, repetición y elaboración", Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1996.

(6) Zac Joel, "Relación semana - fin de semana. Encuadre y acting-out", en Revista de Psicoanálisis,

editada por la APA, Tomo XXV, N°1, Enero-Marzo 1968, página 58.

(7) Freud S., "Compendio de Psicoanálisis", Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1996.

(8) Laplanche J. y Pontalis J., Op. Cit. página 7.

(9) Greenacre P., "Problemas generales del acting-out", Revista Psicoanalítica (en inglés), 1950.

(10) Liberman D., "Enfoques conceptuales para la comprensión psicoanalítica de las psicopatías", en

"Psicoanálisis de la manía y la psicopatía", Paidós, Buenos Aires, 1966.

Que es la ACTITUD?

“Casi todas las definiciones del concepto de actitud -tal como ha sido elaborado por la psicología socialtienen en común el caracterizarla como una tendencia a la acción adquirida en el ambiente en que se vive y derivada de experiencias personales y de factores especiales a veces muy complejos. En general, el término actitud designa un estado de disposición psicológica, adquirida y organizada a través de la propia experiencia, que incita al individuo a reaccionar de una manera característica frente a determinadas personas, objetos o situaciones”.

Ander-Egg E., Técnicas de investigación social, Hvmanitas, Buenos Aires, 1987, 21 edición, pág. 251- 252.
“Tendencia o predisposición adquirida y relativamente duradera a evaluar de determinado modo a una persona, suceso o situación”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág. 614.

La actitud es la unidad de análisis de la psicología social (págs. 1-4), puede ser definida como orientación sistemática de la conducta hacia determinados objetos del mundo social, como pueden ser personas, hechos o grupos.
Las actitudes no son conductas sino predisposiciones adquiridas para actuar selectivamente, conducirse de determinada manera en la interacción social. Tienen que ver con una forma de actuar. Operan como parte de un sistema de representación de la realidad, una vez incorporadas regulan la conducta.
Presenta cuatro características (pág. 2).
a- Direccionalidad: la actitud implica una relación sujeto- objeto que le da direccionalidad y la
diferencia del rasgo de carácter o el hábito.
b- Adquirida: Aprendidas en interacción, no existen actitudes innatas.
c- Más o menos durables: son relativamente durables pero al mismo tiempo son factibles de ser
modificadas por influencias externas.
d- Polaridad afectiva: De la aceptación, hasta el rechazo.
Toda actitud incluye 4 aspectos: (pág. 4)
Toda actitud posee un aspecto cognitivo: Se basa en creencias y opiniones hacia diferentes objetos o
situaciones. Información que el sujeto adquiere en el medio social.
Volviendo al ejemplo de los chicos en la plaza, el componente cognitivo estaría formado por las
opiniones y creencias que los jóvenes poseen acerca de los viejos.
Un aspecto afectivo: Las creencias y opiniones poseen componentes afectivos que generan atracción o rechazo. Rechazo hacia la vejez por parte de los jóvenes.
Un aspecto normativo: como “debe” el sujeto comportarse ante determinada situación u objeto.
Un aspecto comportamental: En una situación específica estas creencias, opiniones, sentimientos y normas se traducen en acción. Por ejemplo, la discriminación.
Se considera a la actitud como el producto final del proceso de socialización, son aprendidas en el seno social y condicionarán las respuestas del sujeto hacia determinados grupos, objetos, hechos y situaciones. Se van construyendo y anclando en cada relación interpersonal. Los individuos incorporan valores, hacen atribuciones y actúan en función de ellas.
Muchinik G y Seidman S (1983): La Noción de actitud. Ficha de Cátedra de psicología social, Buenos Aires, Univ. De Belgrano.

Que es el Acoso Moral ?

El "mobbing" o "acoso moral", bautizado así por la psiquiatra Marie-France Hirigoyen, es un problema que … se trata, según la definición de Hirigoyen, de "procedimientos abusivos, palabras o sobreentendidos, gestos y miradas que, por su frecuencia y sistematización, afectan la integridad psíquica o física de una persona". El Acoso Moral es un ejercicio de intolerancia, de intransigencia, de discriminación, de envidia… El acoso moral es realizado por personas con características perversas que utilizan a quien toman por víctima, como un objeto destinado a satisfacer la propia necesidad de ejercicio del poder.


Algunos de esos signos de alerta pueden ser: a) Ataques a las condiciones laborales y o de la relación vincular que los una (presiones y críticas injustas, hacer que cometa faltas o errores, desacreditación personal, profesional, darle objetivos y negarle los medios para conseguirlos, alentar lo mismo que impedirá realizar, etc.…); b) Aislamiento y rechazo de la comunicación (hacerle el vacío, aislamiento físico, no se la deja hablar, no se la escucha, se hace como si no estuviera, se anima la relación con terceros dejando en evidencia el aislamiento al que somete a la víctima …); c) Atentados a la dignidad (descalificaciones, críticas y injurias personales, burlas, gestos de menosprecio, se hacen correr falsos rumores, se dice que es una persona enferma mental, se atacan sus creencias, su origen, su físico…); d) Violencia verbal, física o sexual (amenazas físicas, empujones, portazos, gritos, invasión de su vida privada: llamadas telefónicas o en su casa, estropearle o revisarle sus pertenencias …).

Por lo que respecta al agresor hay que tener en cuenta que el objetivo del mobbing es controlar y dominar al otro invadiendo su territorio psíquico. No se trata de reacciones temporales que implican una descarga de agresividad a causa de malas condiciones de trabajo o una situación determinada de la vida cotidiana, sino de una firme voluntad de destrucción que persiste en el tiempo de manera invariable.

María Adela Mondelli, El Acoso Moral. Sutiles formas de maltrato en la familia, los grupos y la empresa.

La palabra "mobbing" deriva del término inglés "mob" cuyo significado en castellano sería el de una multitud excitada que rodea o asedia a alguien (una persona) o a algo (un edificio, un objeto) bien sea de forma amistosa o bien de forma hostil. El sustantivo "mob" es el gentío, el vulgo, la plebe o "populacho", mientras que el verbo "to mob" describe la acción de ese gentío de agolparse o atestarse en torno a algo o bien la de asediar o atacar en masa a alguien. El origen de la palabra describe, por tanto, una acción colectiva de un grupo de personas frente a algo o alguien, y curiosamente no siempre de modo negativo, tal y como ahora está siendo tratada en el ámbito de las condiciones de trabajo.


Es en dicho ámbito en el que el concepto "mobbing" o "bullyng" o acoso moral ha sido desarrollado históricamente por diversos científicos y psicólogos, principalmente por el Profesor Heinz Laymann cuya definición se recoge en la Nota Técnica Preventiva (NTP) 476 del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) como una situación en la que una persona (o en raras ocasiones un grupo de personas) ejercen una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente (como media de una vez por semana) y durante un tiempo prolongado (como media unos seis meses) sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo con la finalidad de destruír las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruír su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo.


Javier Crespán Echegoyen Inspector de Trabajo y seguridad Social, España -www.bdntraining.com

Que es la ACATISIA?


Incapacidad para mantenerse quieto que se acompaña de una sensación de intranquilidad a nivel corporal, sin llegar a la angustia. La necesidad imperiosa de moverse lleva al paciente a cambiar de lugar y de postura, a levantarse y sentarse en forma reiterada, a cruzar y extender las piernas, etc, razón por la cual este signo se conoce también como "síndrome de las piernas inquietas". La acatisia es un efecto adverso de los neurolépticos, y por tanto no se debe confundir con manifestaciones motoras de tipo ansioso.

Que es el aburrimiento ?

1. En general: Emoción que sobreviene cuando el individuo no puede descubrir intereses y actividadesque lo comprometan totalmente. Puede resultar de limitaciones externas (confinamiento solitario, privación sensorial, trabajo monótono) o de una inhibición interna.

2. En psicoanálisis: Según Fenichel, el aburrimiento neurótico resulta de la desaparición de la meta pulsional, con lo cual la persona aburrida busca un objeto que lo ayude a encontrar la meta de la que carece. Sabe que quiere algo, pero no sabe qué. A diferencia de la apatía, en el aburrimiento hay entonces intranquilidad, tensión y hasta irritabilidad.

Que es la ABULIA?

La abulia es ante todo una alteración de la actividad voluntaria, y más concretamente de su fase preliminar, donde aparece perturbado el deseo o la decisión de llevar a cabo una acción.

Debe tenerse en cuenta que el acto voluntario en su complejidad "comprende dos partes fundamentales:

a) la primera es el periodo de elaboración conciente del acto, desde la iniciación del deseo hasta la decisión voluntaria. Se llama también acción implícita o conación; b) la segunda corresponde a la ejecución del acto o acción implícita".

Betta distingue, dentro de las alteraciones de la primera parte del acto voluntario, y desde un punto de vista cuantitativo, tres categorías: la abulia, hipobulia y la hiperbulia.

a) Abulia.- Desde la semiología psiquiátrica, la abulia puede ser definida conceptualmente como "la falta absoluta de voluntad, la carencia de deseos y decisiones donde la afectividad deja de ser fuente de deseos, el pensamiento se apaga y la voluntad se inhibe".

Existe una abulia constitucional, propia de las personas que llegan al mundo insuficientemente dotadas de deseos y reacciones volitivas.

Dentro de la abulia, existen además distintas modalidades patológicas: la abulia neurasténica, la abulia esquizofrénica, la abulia melancólica y la abulia catatónica.

La abulia neurasténica no tiene su origen en la falta de deseos sino en no poder tomar decisiones para actuar. Luego de una serie de titubeos y dudas, la decisión no se concreta porque hay una resistencia invencible que angustia al enfermo, impidiéndole la ejecución del acto.

En el caso de la abulia de los esquizofrénicos, la gran indiferencia afectiva de estos enfermos produce carencia de deseos e intenciones. Sin embargo, s surge algún deseo con suficiente intensidad puede llegar a ejecutarse la acción correspondiente.

La abulia de los melancólicos se caracteriza porque si bien existen impulsos para actuar, esos impulsos mueren a poco de nacer porque se les opone un intenso sentimiento de impotencia e incapacidad que impide llegar a la decisión y la ejecución.

En la abulia de los catatónicos, los mecanismos motores se hallan requeridos por tendencias opuestas que se neutralizan, como ocurre por ejemplo en el negativismo. Toda tentativa de actuar, espontánea o sugerida, genera automáticamente la tendencia al acto contrario, con lo cual esta abulia es ambivalente (quiero y no quiero).

b) Hipobulia.- Disminución de la actividad voluntaria. En realidad es un grado menor que la abulia, y se manifiesta en los mismos enfermos considerados en la abulia.

c) Hiperbulia.- Aumento de la actividad voluntaria, con lo que se obtiene mayor eficacia y rendimiento en las acciones. Así considerada, la hiperbulia es normal y caracteriza a los sujetos emprendedores y luchadores. La hiperbulia sólo es patológica cuando engendra actos inadecuados a las normas de convivencia: en la excitación maníaca, y en los delirantes que llegan a ejecutar actos delictuosos.

Betta Juan C., Manual de Psiquiatría, Buenos Aires, CEA, 1984, 8va. edición, pág. 207.