El termino proviene del latín adolescer, y significa ir creciendo, desarrollarse hacia la madurez, hacerse adulto. Hay diferentes conceptualizaciones sobre el término. Algunos ubican la adolescencia como un periodo vital entre la infancia y la adultez. Otros la conciben como un ‘segundo nacimiento’, en tanto entienden que en ese periodo se reavivan ciertos conflictos relacionados con el estado de indefensión del bebé, enfrentado a un mundo que le es caótico y desconocido (Rascovan S., Los jóvenes y el futuro,
Psicoteca Editorial, Buenos Aires, 2000, pág. 23).
Como los sociólogos muchas veces equiparan adolescencia y juventud, algunos autores plantearon la necesidad de dividir ambos grupos, por ejemplo, en estos términos: jóvenes menores o adolescentes (15-19 años), jóvenes mayores o tardíos (20-24 años), y adultos jóvenes (25-29 años).
Rascovan S., Los jóvenes y el futuro, Psicoteca Editorial, Buenos Aires, 2000, pág. 29.
Mauricio Knobel “describió el síndrome de la adolescencia normal con las siguientes características: búsqueda de sí mísmo y de la identidad, tendencia grupal, necesidad de fantaseo e intelectualización, crisis religiosa, desubicación temporal, evolución de la sexualidad desde el autoerotismo hacia la heterosexcualidad, actividad social reivindicatoria, contradicciones sucesivas en la conducta, separación progresiva de los padres, fluctuaciones del humor”.
Rascovan S., “Orientación vocacional”, Buenos Aires, Ediciones Novedades Educativas, 1998, pág. 77.
“Etapa de la vida que se extiende desde la niñez hasta la edad adulta. Se prolonga desde que comienza a producirse la madurez sexual hasta que el sujeto alcanza la condición social de adulto e independiente” (Farré Martí J, 2000:16).
Farré Martí J (2000) Diccionario de psicología. Barcelona: Océano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario