lunes, 15 de diciembre de 2008

LA LECTURA Y LA ESCRITURA COMO ESTRATEGIA PARA EL APRENDIZAJE AUTÓNOMO


por Mª José González. Licenciada en Psicología
El aprendizaje consiste en asociar conocimientos propios a conocimientos nuevos y de esta manera construir nuestros propios significados a partir de los ajenos. Distinguimos 2 tipos de aprendizaje:

-Asociativo: es profundo y duradero en el tiempo.

-Memorístico: es superficial y poco duradero en el tiempo.

Lo deseable sería realizar un aprendizaje asociativo, pero no siempre hacemos relaciones con la información adquirida. En ocasiones, por muy lamentable que nos parezca, nos quedamos en la superficie del aprendizaje al limitarnos a memorizar la información sin establecer esa relación con los conocimientos previos, con lo cual, con la misma velocidad que adquirimos ese conocimiento se nos disipa y se pierde. Por tanto, en el proceso de aprendizaje la memoria tiene un objetivo claro, el de reproducir conceptos y para ayudarnos en estas tareas están las estrategias de aprendizaje, las cuales son actividades intencionales que se realizan con el propósito de facilitar la adquisición, almacenamiento y posterior uso de la información. Las más empleadas son: las estrategias de lectura, las de escritura, los mapas conceptuales y los diagramas de flujo.

Para realizar un buen aprendizaje son necesarios algunos requisitos. Uno de ellos es la motivación hacia el tema, del cual hay que elaborar conceptos y organizar contenidos; sin embargo, la intención de aprender no es una garantía de que el sujeto aprenda. Por contra, se puede aprender aunque ese no sea el propósito, por ejemplo a través de la lectura por placer; es lo que llamaríamos aprendizaje incidental y se produce debido al hecho de que comprender es una actividad intelectual que implica atribuir significado a la información nueva y relacionarlo con la ya existente.

Otros de los requisitos son la autodirección y el autocontrol, es decir, que haya presencia de un objetivo y conciencia de que existe, pero además será necesario realizar una evaluación o supervisión periódica de las propias acciones. Cuando estas estrategias se aplican a la información escrita presentan la ventaja de su permanencia ya que el lector puede volver sobre el texto, manipularlo y organizarlo; su mayor inconveniente es que se encuentra desprovisto del contexto y por lo tanto de la explicación oral de los contenidos por parte del comunicante. No obstante, la lectura como estrategia de aprendizaje es un instrumento primordial para la adquisición y transmisión de conocimientos, ya que se establece una relación recíproca entre el lector y el texto.

Cuando la lectura es activa se comprende y se aprende y esto implica hacer un procesamiento de la información y emplear una serie de conocimientos, hipótesis y experiencias previas. Cuando leemos para aprender nuestra lectura suele ser lenta y repetida, es decir, hacemos una primera lectura exploratoria. El lector se interroga sobre lo que lee, establece relaciones con lo que ya sabe, revisa los términos, efectúa síntesis, subraya, elabora esquemas, etc.. Asociado a ello está el proceso interno de lectura, puesto que al leer cada uno de nosotros estamos dando al texto un significado propio. Estas estrategias aparecen integradas en el curso de la lectura: se dan previamente a ella, mientras leemos y después de leer.

Se distinguen 3 tipos de estrategias de lectura:

- Las que permiten dotarse de objetos concretos de lectura y aportar

conocimientos previos relevantes.

- Las que permiten establecer inferencias, revisar y comprobar la propia

comprensión mientras se lee.

- Las dirigidas a resumir, sintetizar y extender el conocimiento

adquirido mediante la lectura, establecer las ideas principales y

elaborar síntesis y resúmenes que transformen el conocimiento.

Cuando se trata de aprender es necesario añadir a las estrategias de lectura otras estrategias, como son las de escritura, las cuales son necesarias entre otras cosas para resumir.

Para intervenir sobre un texto es importante tener en cuenta la estructura y unas variables características que hacen que se puedan manipular y organizar el texto según nuestra conveniencia. Esta estructura nos da una información, la cual se podrá dar de maneras diferentes en función del texto. Nos orientará para recordar el tipo de texto de que se trata bien sea narrativo, descriptivo o explicativo. Desde esta perspectiva cabe puntualizar que el texto narrativo está asociado a una estructura regular (inicio, trama, final) y a una menor cantidad de información que los textos expositivos y por ello resultan más fácil de comprender y retener; en cambio, la estructura expositiva presenta una mayor dificultad para el lector debido a su gran variedad de información.

Es importante tener en cuenta la forma de presentación del texto, puesto que el autor nos está diciendo de este modo qué es lo que tenemos que esperar del texto. Por tanto, no sólo se comprende un texto por el hecho de disponer de conocimientos previos, sino porque éste se deja comprender, es decir, porque el texto posee una cierta estructura y sigue una cierta lógica. La mayoría de los textos que utilizamos habitualmente para estudiar son expositivos y presentan la siguiente estructura: título, sub-títulos y apartados, índices, resúmenes elaborados, cambios tipográficos y palabras clave. Los puntos y puntos y aparte quieren decir algo, nos dan información.

Todo lo anterior nos ayudará también si intentamos desarrollar otro tipo de estrategias que favorecen el aprendizaje mediante instrumentos que nos permiten una mejor organización de los contenidos de la información. Una de estas estrategias son los mapas conceptuales y se presentan como un instrumento educativo eficaz siempre que sean combinados con otros instrumentos, ya que no pueden nunca sustituirlos por completo.

Llamamos mapa conceptual a las representaciones que siguen unas ciertas normas: 1) ser representaciones esquemáticas de conceptos 2) organizados jerárquicamente 3) formando proposiciones 4) y estableciendo relaciones significativas entre ellos.

La construcción se inicia a partir de un sólo concepto clave, o bien a partir de un conjunto de ellos y se debe favorecer la inclusión de nuevos conceptos, ejemplos, relaciones cruzadas, etc.. Los conceptos se unen entre sí por medio de líneas o bien mediante flechas cuando las relaciones no son subordinadas; además deben ser flexibles. Las relaciones se representan por medio de líneas y palabras de enlace.

Los conceptos son las palabras que expresan las imágenes mentales que poseemos acerca de todo lo que nos rodea y nos sucede. Las diferentes ciencias se han encargado de ampliar el número y el significado de los conceptos que empleaban, dando como resultado una red conceptual consensuada y más o menos estructurada y jerarquizada. Sin embargo, hay algunas ciencias que no poseen una estructura jerarquizada absoluta, es el caso de las Ciencias Sociales ya que están muy condicionadas por las diferentes ideologías. Esto sin embargo no es un obstáculo, sino más bien al contrario ya que hay que conocer, recordar y relacionar los conceptos empleados, interpretar y comprender sus significados y lo más importante, reelaborar lo aprendido para obtener nuevos significados.

Otra de las ventajas de los mapas conceptuales son que permiten que su elaboración sea colectiva, además de que, dependiendo de la finalidad perseguida se pueden empezar a construir por diferentes puntos de partida.

Hay un instrumento que es muy similar y que incluso en ocasiones sustituye eficazmente a los mapas conceptuales, se trata de los diagramas de flujo. En éstas ocasiones las relaciones entre ellos deben ser explícitas, empleando palabras de enlace. La mayor diferencia es que generalmente expresan sucesiones de actividades y por ello predominan las flechas en lugar de las líneas.

En síntesis, si queremos aprender de los textos tendremos que implicarnos activamente y encontrar sentido a leer, por ello serán importantes todos los aspectos motivacionales, afectivos y psicológicos, así como entender el mensaje del autor a través del texto. Para facilitar la tarea podemos emplear instrumentos como los mapas conceptuales, los cuales resultan ser una interesante opción para la organización de los contenidos de la información.



Mª José González
Licenciada en Psicología
mjgonzalez@psicocentro.com

Primeros Auxilios Psicológicos

Primeros Auxilios Psicológicos
Modelo para Intervenir en Crisis
Enfoque Terapéutico de Urgencia y Breve
por Psic. Juan Carlos García Ramos



INTRODUCCIÓN
Una de las problemáticas de salud pública más compleja para su abordaje, es aquella relacionada con los padecimientos de salud mental de la población. Lograr que ésta alcance los niveles deseables para una buena interacción de los individuos, es una tarea constante de las instituciones oficiales, de organismos gubernamentales y de profesionales independientes que ofrecen servicios asistenciales y terapéuticos. Para ello, la participación de los profesionales de la salud y de la educación debe ser atingente e inmediata para evitar problemáticas cada vez más graves.

La salud mental, definida como "el derecho y compromiso de toda persona, familia o grupo para manifestar sus capacidades biomédicas, psicoafectivas y socioculturales, e interactuar en su entorno, de vida cotidiana, de manera satisfactoria" (García, J.C., 1996), es un asunto que nos compromete a participar activamente en la prestación de los servicios profesionales y asistenciales. Implica incorporar diversas herramientas de trabajo, estrategias y aplicaciones inmediatas, en el ámbito clínico, laboral, religioso y educativo, coadyuvando a la prevención de trastornos emocionales de mayores proporciones.

En la actualidad, la exigencia de ofrecer más y más servicios de salud mental ha llevado, a los profesionales de la psicología, a plantear formas de intervención breves y rápidas con el propósito de atender una demanda poblacional que se incrementa día a día. Considerando la escasez de personal competente para responder de manera inmediata y atingente, se ha trabajado en la formación de profesionales que intervengan en momentos de crisis emocional, dando como resultado, el material que a continuación se describe.

Los Primeros Auxilios Psicológicos han tenido un proceso conceptual evolutivo y construccionista de poco tiempo. En la Ciudad de Santiago de Querétaro, Querétaro, México, desde el año de 1995 se han compilado materiales y se procura la formación de especialistas que ofrezcan una intervención urgente y un tratamiento corto a personas que pasen por una situación emocional crítica. Las bondades del Modelo propuesto permite ser utilizado, como primera ayuda emocional, por personas que no cuenten con una formación profesional en el área de la salud mental; esto es, por maestros, orientadores, padres de familia y jóvenes. El procedimiento de ayuda, utilizado por este grupo poblacional, tiene sus delimitaciones para proteger el mal uso del modelo y sólo se destacan elementos básicos para la primera ayuda emocional: Los Primeros Auxilios Emocionales.





LAS CRISIS
En determinado momento de la vida, de casi todos los seres humanos, se presentan una serie de sucesos que llevan a enfrentar un estado de crisis emocional, la cual, de no ser resuelta adecuadamente, los ubicaría en riesgo de padecer graves problemas psicológicos. La intervención con el uso de Primeros Auxilios Psicológicos resulta tan atingente como la de un paramédico cuando procede a detener una hemorragia arterial y deja a posteriori, un tratamiento de recuperación de hemoglobina.

Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por una incapacidad del sujeto para manejar (emocional y cognitivamente) situaciones particulares, utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.

Una persona que atraviesa por un estado de crisis se encuentra en una etapa vitalmente importante para continuar el curso de su vida. No importa qué tipo de crisis sea, el evento es emocionalmente significativo e implica un cambio radical en su vida. El individuo enfrenta un problema ante el cual sus recursos de adaptación, así como sus mecanismos de defensa usuales no funcionan. El problema rebasa sus capacidades de resolución y por lo mismo se encuentra en franco desequilibrio. Como resultado de todo esto la persona experimenta una mayor tensión y ansiedad, lo cual la inhabilita aún más para encontrar una solución.

La intervención llevada a cabo por profesionales de la Salud Mental, puede ofrecer una ayuda inmediata para aquellas personas que atraviesan por una crisis y necesitan restablecer su equilibrio emocional.

Se trata, generalmente, de una terapia breve cuyo principal objetivo es dar apoyo ayudando a la persona en el preciso momento en que ésta lo requiere o solicita. La teoría está basada en los trabajos de Lindemann y Caplan, posteriormente fueron ampliados, desarrollados y modificados por L Rapaport, N Parad, D Kaplan, Jacobson, M. Strickler y P. Sifineos. El modelo de intervención en crisis es planteado por Slaikeu, retomado por autores de la terapia cognitiva conductual de urgencia: Ruiz Sánchez, Imbernón González y Cano Sánchez. Actualmente conocemos los trabajos latinoamericanos sobre la psicología de emergencia y por el Centro de Intervención en Crisis de Jalisco (México) coordinado por el Mtro. José Francisco Gutiérrez Rodríguez. El presente documento es una actualización de dichos aportes realizada para difundir los Primeros Auxilios Psicológicos en la Ciudad de Querétaro (México), a cargo del Psicólogo Juan Carlos García Ramos y Colaboradores. .

De la escuela psicoanalítica se desprende la idea de que existe un equilibrio que involucra varias fuerzas y que mantiene la homeostasis. Los aportes a la teoría de la Intervención en Crisis señalan que, los patrones de procesos psicológicos no son estáticos, sino que están en constante cambio desde que una persona nace hasta que muere. Estos procesos forman un continuo el cual puede ser comprendido más fácilmente si se hace un examen transversal en diversos puntos de éste.

De la escuela cognitivista se toman los conceptos del énfasis en las áreas fuertes y el potencial de crecimiento que tiene cada individuo.

Erick Erickson propuso el concepto de que la crisis no solamente contiene un potencial patológico sino que también es una oportunidad de crecimiento y desarrollo. De manera que a la vez que la crisis representa un riesgo, también implica una oportunidad.

Las aproximaciones teóricas de Lindemann permitieron desarrollar las técnicas de Intervención en Crisis. Dichas aproximaciones se refieren al mantenimiento de la Salud Mental y a la prevención de la desorganización emocional; está basado en el estudio sobre una comunidad, en donde se observaron las reacciones y disturbios emocionales subsecuentes a determinados eventos sociales.

Lindemann y Caplan establecieron un programa de Salud Mental en el área de Harvard precisaron los aspectos más importantes de la Salud Mental: el estado del yo, la etapa de maduración en la que se encuentre y la cualidad de su estructura de personalidad. Así mismo, menciona que para evaluar dichos aspectos del yo, es necesario basarse en las siguientes áreas:

1.- La capacidad de la persona para tolerar el estrés y la ansiedad, sin perder el equilibrio.

2.- El grado que tiene la persona para reconocer la realidad y enfrentar los problemas.

3.- El repertorio de mecanismos que tiene la persona y que mantienen su equilibrio biopsicosocial.


Caplan propone que todos los elementos que componen la vida emocional de los seres humanos, pueden ser evaluados para efectos de prevención en Salud Mental. Las demandas materiales, físicas y sociales, así como las necesidades, los instintos y los impulsos del individuo, deben todos de considerarse determinantes de la conducta.

Estos puntos son las situaciones críticas que suceden durante la vida de una persona y que tienen el potencial de mejorarla o empeorarla. Una crisis es la respuesta a eventos peligrosos y es vivida como un estado doloroso. Es por esto que tiende a movilizar reacciones muy poderosas para ayudar al sujeto a aliviar su malestar y a recuperar el equilibrio que existía antes del inicio de la crisis. Si esto sucede, la crisis puede ser superada y además la persona aprende a emplear nuevas reacciones adaptativas que le pueden servir en el futuro.

Además, es posible que al resolver la crisis, la persona se sienta en un mejor estado mental y emocional que el que tenía antes de la crisis.





PRINCIPIOS CLINICOS DE LA INTERVENCIÓN EN CRISIS

Oportunidad: La terapia breve de urgencia con tiempo limitado, es el tratamiento que se elige en situaciones de crisis; el proceso de ayuda para que las personas puedan recuperar el equilibrio después del incidente puede tomar de 1 a 6 semanas (Caplan,1964). Puesto que la experiencia de crisis es un periodo de alto riesgo para la persona como para su familia, se requiere que la ayuda esté disponible de modo inmediato y en una ubicación de fácil acceso. El énfasis en la oportunidad se calcula para reducir el peligro y, al mismo tiempo, para capitalizar la motivación del paciente para hallar un nuevo planteamiento (lo mismo de actitud que conductual) para enfrentarse con las circunstancias de la vida.


Metas: ayudar a la persona a recuperar un nivel de funcionamiento equilibrado que tenía antes del incidente que precipitó la crisis o potencialmente creativo que le permita superar el momento crítico.


Valoración: Es importante que la valoración abarque tanto la fortaleza como la debilidad de cada una de los sistemas (CASIC) implicados en la crisis. La información acerca de qué está mal en la vida de una persona (como el desmoronamiento de la relación matrimonial) se complementa con la información acerca de qué es aún funcional (como un sistema red de amigos). Las fuerzas y recursos sociales pueden y deben utilizarse para ayudar a una persona a arreglárselas con la crisis.





INTERVENCIÓN DE PRIMERA Y SEGUNDA INSTANCIA
Podemos comenzar por describir los Primeros Auxilios Psicológicos, o de intervención en crisis, de primera instancia, que abarca la asistencia inmediata y de modo usual lleva sólo una sesión. Los Primeros Auxilios Psicológicos pretenden de manera primordial proporcionar apoyo, reducir el peligro de muerte y enlazar a la persona en crisis con los recursos de ayuda. Aún más esto puede y debería ejecutarse por parte de las personas que perciban la necesidad primero, en el momento y lugar en que aquella surge. Se puede instruir a los hijos o estudiantes, del mismo modo que ahora sabe dar primeros auxilios físicos en situaciones de urgencia.

La intervención en crisis de segunda instancia o terapia para crisis, por otra parte, se refiere a un proceso terapéutico breve que va más allá de la restauración del enfrentamiento inmediato y, en cambio, se encamina a la resolución de la crisis de manera que el incidente respectivo se integre a la trama de la vida. El efecto que se desea para el individuo es que emerja listo y mejor preparado para encarar el futuro.






CARACTERÍSTICAS
INTERVENCIÓN EN CRISIS DE 1ª. INSTANCIA:

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS
INTERVENCIÓN EN CRISIS

DE 2ª INSTANCIA:

TERAPIA MULTIMODAL


¿Por cuánto tiempo?

De minutos a horas.

De semanas a meses.

¿Por parte de quién?
Protectores de vanguardia (Padres de familia, policía, clero, abogados, médicos, enfermeras trabajadores sociales, maestros, estudiantes lideres, supervisores, etc.)
Psicoterapeutas y orientadores terapeutas (Formación en Salud Mental: psicología, psiquiatría, trabajo social, consejería pastoral, enfermería, orientadores vocacionales, etc.)

¿Dónde?
Ambientes comunitarios: hospitales, iglesias, hogares, escuelas, ambientes de trabajo, líneas telefónicas de urgencia, etc.
Ambientes para terapia/orientación: clínicas, centros de salud mental, centros abiertos al público, iglesias, oficina escolar, etc.

¿Cuáles son las metas?
Restablecer el enfrentamiento inmediato: dar apoyo de contención; reducir la mortalidad y enlazar con recursos profesionales de ayuda (Terapia Multimodal o Asistencia Médica).
Resolver la crisis, reelaborar o translaborar el incidente de crisis; integrar el incidente de trauma de vida; establecer la apertura/disposición para afrontar el futuro.

¿Cuál es el procedimiento?

Los cinco componente de los primeros auxilios psicológicos.

Terapia multimodal para crisis (CASIC).






MODELO PARA INTERVENIR EN CRISIS


I. INTERVENCIÓN DE PRIMERA INSTANCIA

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS



METAS: La meta principal de los primeros auxilios psicológicos es restablecer el enfrentamiento inmediato. El objetivo primario es auxiliar a la persona a dar pasos concretos hacia el afrontamiento con la crisis, lo cual incluye el control de los sentimientos o los componentes subjetivos de la situación, y comenzar el proceso de solución del problema.



Existen tres submetas:


Proporcionar apoyo: Significa permitir que la persona hable para compartir la cordialidad e interés y proporcionar una atmósfera en la que el temor y la ira puedan expresarse. También se busca reforzar la seguridad en la persona, que sólo está consciente de su propia debilidad durante la crisis.




Reducir la mortalidad: Se dirige a la salvación de vidas y la prevención del daño físico durante las crisis; es necesario entonces, tomar medidas para hacer mínimas las probabilidades destructivas y desactivar la situación crítica. Esto puede implicar el deshacerse de las armas, arreglar el contacto sostenido de un amigo de confianza por algunas horas, conversar con la persona que pasa por una situación tensionante o, en algunos casos, iniciar el traslado a la hospitalización de urgencias.




Proporcionar enlace con fuentes de asistencia: Antes que tratar de resolver el problema completo de manera inmediata, el asistente fija con precisión las necesidades fundamentales y entonces realiza una remisión adecuada a algún otro asistente o agencia. Algunas veces esta remisión individual es de tipo breve (terapia para crisis). Otras veces, la misma será para asistencia legal o auxilio de parte de una agencia del Ministerio Público o Procuraduría. En cualquier caso, la línea de fondo en los Primeros Auxilios Psicológicos es proporcionar un enlace apropiado, de manera que la persona pueda comenzar a dar pasos concretos hacia la translaboración de la crisis.





CINCO COMPONENTES DE LOS PRMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS:


Realización del contacto psicológico: Se define este primer contacto como empatía o "sintonización" con los sentimientos de una persona durante una crisis. La tarea primaria es escuchar cómo la persona en crisis visualiza la situación y se comunica cualquiera que sea el entendimiento que surja. A si mismo, se debe invitar a la persona a hablar, escuchar lo mismo de lo que paso (los hechos) y la reacción de la persona ante el acontecimiento (sentimientos), establecer lineamientos reflexivos, y así cuando los sentimientos están presentes de manera obvia (señales no verbales).

Existen varios objetivos para la realización del primer contacto psicológico, el primero es que la persona sienta que la escuchan, aceptan, entienden y apoyan, lo que a su vez conduce a una disminución en la intensidad de la ansiedad; el contacto psicológico sirve para reducir el dolor de estar solo durante una crisis, pero en realidad se dirige a algo más que esto.




Analizar las dimensiones del problema: La indagación se enfoca a tres áreas: pasado inmediato, presente y futuro inmediato. El pasado inmediato remite a los acontecimientos que condujeron al estado de crisis (como la muerte de un ser querido, el desempleo, heridas corporales o la separación del cónyuge). La indagación acerca de la situación presente implica las preguntas de "quién, qué, dónde, cuándo, cómo"; se requiere saber quién está implicado, qué pasó, cuando, etc. El futuro inmediato se enfoca hacia cuáles son las eventuales dificultades para la persona y su familia; por ejemplo: las necesidades que puede tener un adolescente para pasar la noche o la semana, después de haberse fugado de la casa.




Sondear las posibles soluciones: Implica la identificación de un rango de soluciones alternativas tanto para las necesidades inmediatas como para las que pueden dejarse para después, identificadas de manera previa. Esto es llevar a la persona en crisis a generar alternativas, seguido de otras posibilidades. Una segunda cuestión es la importancia de analizar los obstáculos para la ejecución de un plan en particular.




Asistir en la ejecución de pasos concretos: Implica ayudar a la persona a ejecutar alguna acción concreta, el objetivo es en realidad muy limitado: no es más que dar el mejor paso próximo, dada la situación. El interventor tomará un actitud facilitadora o directiva en la ayuda al paciente para tratar con la crisis.




Seguimientos para verificar el progreso. Implica el extraer información y establecer un procedimiento que permite el seguimiento para verificar el progreso. El seguimiento puede suceder mediante un encuentro cara a cara o por teléfono. El objetivo es ante todo completar el circuito de retroalimentación, o determinar si se lograron o no las metas de los Primeros Auxilios Psicológicos: el suministro de apoyo, reducción de la mortalidad y cumplimiento del enlace con fuentes de apoyo.




¿QUE HACER? Y ¿QUE NO HACER? EN LOS
PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS

COMPONENTES
QUÉ HACER
QUÉ NO HACER




1. Contacto
Escuchar de manera cuidadosa refleja sentimientos y hechos.

Comunicar aceptación.
Contar tu "propia historia"

Ignorar sentimientos o hechos

Juzgar, regañar o tomar partido

2. Dimensiones del problema
Plantear preguntas abiertas

Llevar a la persona a una mayor claridad

Evaluar la mortalidad
Depender de preguntas de si/no

Permitir abstracciones continuas.

Soslayar las señales de "peligro"

Dar la razón del "problema"

3. Posibles soluciones
Alentar la lluvia de ideas

Trabajar de manera directa por bloques

Establecer prioridades
Permitir la visión de pasar por un túnel

Dejar obstáculos sin examinar

Permitir una mezcolanza de necesidades

4.Acción concreta
Dar un paso cada vez

Establecer metas específicas de corto plazo

Confrontar cuando sea necesario

Ser directivo, sólo sí debes serlo
Intentar resolverlo todo ahora

Tomar decisiones que comprometan por largo tiempo

Ser tímido o prometer cosas

Retraerse de tomar decisiones cuando parezca necesario

5.Seguimiento
Hacer un convenio para recontactar

Acordar un segundo encuentro

Evaluar los pasos de acción
Dejar detalles en el aire o asumir que el paciente continuará la acción de plan por sí mismo

Dejar la evaluación a alguien más





II. INTERVENCIÓN DE SEGUNDA INSTANCIA



Terapia multimodal para crisis

Concepto: Se define como la traslaboración del incidente de crisis de modo que éste se integre de manera funcional en la trama de la vida, para dejar al paciente abierto, antes que cerrado, para encarar el futuro. La terapia multimodal evalúa cada caso en sus cinco áreas y sus relaciones mutuas. Dependiendo del tipo de relación que se establezca entre ellas y de su secuencia de funcionamiento o activación se buscará una estratégica de tratamiento adecuado.

Para el uso de este tipo de terapia, se sostiene que los trastornos psicológicos provienen con frecuencia de maneras erróneas del pensar concretas y habituales, o sea, son producto de "distorsiones cognitivas". Estas, a su vez, derivan a creencias personales o significados subjetivos a menudo aprendidos en las etapas anteriores (generalmente infantil) de vida, apareciendo de manera inconciente sin que la persona se percate del rol que esta asumiendo.





LOS 5 SUBSISTEMAS DE LA PERSONA: PERFIL CASIC
MODALIDAD VARIABLES / SUBSISTEMAS


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SISTEMA

Conductual Actividades y conductas manifiestas. Patrones de trabajo, interacción, descanso, ejercicio, dieta (hábitos de comida y bebida), comportamiento sexual, hábitos de sueño, uso de drogas y tabaco; presencia de cualquiera de los siguientes: actos suicidas, homicidas o de agresión. Habilidades para resolver conflictos o salir de situaciones de gran tensión. Gama de conductas agradables (reforzantes) y desagradables (aversivas).



Afectiva Emociones sentidas con más frecuencia. Sentimientos acerca de cualquiera de los comportamientos citados arriba; presencia de ansiedad, ira, alegría, depresión, temor, etc; adecuación, distorsión o negación de los afectos a las circunstancias. ¿se expresa o se ocultan los sentimientos?



Somática Funcionamiento físico general, salud, enfermedades relevantes actuales y pasadas. Sensaciones placenteras o dolorosas experimentadas. Influencia del consumo de sustancias y alimentos Presencia o ausencia de tics, dolores de cabeza, malestares estomacales y cualquier otro trastorno somático; el estado general de relajación/tensión; sensibilidad de la visión, el tacto, el gusto, la percepción y el oído.



Interpersonal Naturaleza (asertiva o conflictiva) de las relaciones con otras personas: la familia, los amigos, los vecinos, los compañeros de escuela o trabajo; identificación de síntoma sistémico; fortalezas y problemas interpersonales, número de amigos, frecuencia del contacto con ellos y con los conocidos; Habilidades sociales, papel asumido con los distintos amigos íntimos (pasivo, independiente, líder, como un igual); estilo de la resolución de conflictos (asertivo, agresivo, aislado); estilo interpersonal básico (congeniante, suspicaz, manipulador, explotador, sumiso, dependiente)



Cognoscitiva Manera de dormir y sueños diurnos y nocturnos usuales; representaciones mentales distorsionada acerca del pasado o el futuro; autoimagen; metas vitales y las razones para su validez; creencias religiosas; filosofía de la vida; presencia de cualquiera de los siguientes pensamientos: catastrofización, sobregeneralización, delirios, alucinaciones, hablarse a sí mismo de manera irracional, racionalizaciones, idealización paranoide; actitud general (positiva/negativa) hacia la vida. Expectativas sobre la terapia y atribuciones de cambio. Recuerdos, ideas e imágenes incomoda recurrentes.





FUNCIONAMIENTO CASIC PREVIO A LA CRISIS

Una breve historia acerca del desarrollo es necesaria, a fin de apreciar de modo completo la desorganización y el desequilibrio que sigue a un incidente precipitante particular, lo mismo si es un golpe severo aislado, como la pérdida de un ser querido o una relativamente menor es la gota que derrama el vaso después de una acumulación de tensiones.

La valoración de funcionamiento CASIC de la persona, inmediatamente anterior a la crisis incluye el énfasis en lo siguiente:


Los medios anteriores para enfrentar y resolver problemas

Los recursos personales y sociales más patentes

Las fortalezas y debilidades más notables en el funcionamiento CASIC

Conflictos irresueltos o asuntos inconclusos que pudieran reactivarse por el incidente

Relativa satisfacción o insatisfacción con la vida

La etapa del desarrollo previa a la crisis

Excedentes y carencias en cualquiera de las áreas de funcionamiento CASIC

Metas y estructuras vitales para lograr objetivos

Bondad del ajuste entre el estilo de vida y los suprasistemas familia, grupos sociales, la comunidad, la sociedad, instituciones

Otras tensiones anteriores al incidente

Los supuestos personales son la forma en que la persona da sentido y significado a su experiencia pasada, actual y expectativas futuras. Estos supuestos personales permanecen "inactivos o dormidos" a lo largo del tiempo en la memoria, y ante determinadas situaciones desencadenantes (p.e. una enfermedad física, un acontecimiento importante en la vida personal) se "activan o despiertan" y actúan a través de situaciones concretas produciendo a menudo determinados errores del pensamiento (distorsiones cognitivas) que a su vez se relacionan recíprocamente con determinados estados emocionales y conductas.

Las distorsiones cognitivas se expresan a través de las cogniciones de las personas (pensamientos e imágenes conscientes y preconscientes) que aparecen en las situaciones donde hay una intensa alteración emocional (p.e. ansiedad, rabia o depresión) y trastornos de conducta (p.e. conducta de escape fóbica o problemas de relación de pareja). A estas cogniciones se les denominan "pensamientos automáticos"





FUNCIONAMIENTO CASIC DURANTE LA CRISIS

El principal objetivo aquí es determinar (evaluar) el impacto del incidente precipitante en las cinco áreas del funcionamiento CASIC del individuo:

Conductual:


¿Cuáles actividades (acudir al trabajo, a la escuela, dormir, comer y así sucesivamente) han sido las más afectadas por el incidente de crisis?


¿Cuáles áreas no han sido afectadas por la crisis?


¿Cuáles conductas se han incrementado, fortalecido o dañado por la crisis?


¿Cuáles estrategias de afrontamiento se han intentado, y cual fue el relativo éxito/fracaso de cada uno

Afectiva:


¿Cómo se siente la persona con las secuelas del incidente de crisis? ¿Airado? ¿Triste? ¿Deprimido? ¿Aturdido?


¿Se expresan libremente los sentimientos o se mantienen ocultos? ¿Los sentimientos expresados son los adecuados en el manejo de la persona?


¿El estado afectivo da algunas claves como para la etapa de translaboración de las crisis?

Somática:


¿Existen molestias físicas asociados con el incidente de crisis? ¿Es esto una reactivación de problemas anteriores o es algo "totalmente nuevo"?


Si la crisis proviene de una pérdida física (pérdida de un miembro corporal, cirugía, enfermedad), ¿Cual es la naturaleza exacta de la pérdida, y cuáles son los efectos de ésta sobre otros funcionamientos del organismo?


¿Hay antecedentes de uso de drogas o sustancias que participan en el estado de crisis? ¿Requiere medicación alguna?

Interpersonal:


¿El impacto de la crisis de la persona sobre el inmediato mundo social de la familia y los amigos resulta adaptativo o se encuentra en franca desadaptación?


¿Es posible hacer uso de la red y de los sistemas sociales de ayuda?


Valorar la ayuda disponible de la familia o los amigos


¿Cuál es la actitud interpersonal que se adopta durante el tiempo de la crisis, por ejemplo, aislamiento, dependencia, etc.?

Cognoscitiva:


Las expectativas o metas vitales perturbadas por el incidente de crisis


Las reflexiones o pensamientos introspectivos usuales


El significado del incidente precipitante en la parcialidad y totalidad de la vida


Presencia de los "debería", tales como "yo debería haber sido capaz de manejar esto"


Patrones ilógicos de pensamiento acerca de resultados inevitables


Los patrones usuales para hablarse a sí mismo


El estado del dormir


Imágenes de una fatalidad inminente


Fantasías destructivas




LAS CUATRO ETAPAS DE LA RESOLUCIÓN DE CRISIS

TAREA


MODALIDAD



ACTIVIDAD DE LA PERSONA EN CRISIS



ESTRATEGIAS TERAPÉUTICAS




Supervivencia física

Somática
a) Preservar la vida (impedir el suicidio u homicidio)

b) Mantener la salud

c) Hacer uso de medicamentos
a) Otorgar los Primeros Auxilios Psicológicos.

b) Señalar tareas acerca de la nutrición, el ejercicio y la relajación

c) Orientar sobre los cuidados físicos




Expresión de sentimientos



Afectiva
a) Expresar y reconocer los sentimientos relacionados con la crisis, de manera socialmente apropiada
a) Explorar sobre el incidente de crisis, con atención particular sobre como se siente la persona acerca de distintos momentos de crisis.

b) Instruir a la persona acerca del papel de los sentimientos en el funcionamiento psicológico global, y alentar modos apropiados de expresión.








Dominio cognoscitivo





Cognoscitiva
a) Elaborar una comprensión basada en la realidad acerca del incidente de crisis.

b) Comprender la relación entre el incidente de crisis y las creencias de la persona, sus expectativas, asuntos inconclusos, ideas, sueños y metas para lo inmediato

c) Adaptar/cambiar creencias, autoimagen y planes
a) Reflexionar sobre el incidente de crisis y las circunstancias.

b) Analizar los pensamientos previos a la crisis y las expectativas, planes y el impacto del incidente en cada una de estas áreas.

c) Asistir a la persona en la adaptación de creencias, expectativas y al hablar de si mismo

d) Confrontar el suceso de crisis con las potencialidades y limitaciones de la persona




Adaptaciones conductuales/

Interpersonales



Conductual, Interpersonal
a) Procurar fortalecer o cambiar los patrones cotidianos de desempeño de un rol y las relaciones con las personas a la luz del (los) incidente (s) de crisis
a) Reflexionar con el paciente los cambios que pueden requerirse en cada una de las áreas principales

b) utilizar sesiones de terapia, asignaciones de tareas para la casa y cooperación de la red social para facilitar el cambio en cada área

c) Instruir sobre el desarrollo de habilidades sociales, cognitivas y emocionales



UBICACIÓN
CONTENIDO

Factores

de protección
Capacidad del individuo para afrontar su propia existencia. Supone simplemente asumir la realidad vital y encararla con todas sus consecuencias.

Conciencia de llevar el "timón de vida" de su propia realidad y no de los acontecimientos.

La reflexión constante de deseos y anhelos que lleven por el rumbo hacia un destino apetecido.

Saber por sí mismo que es lo correcto y lo incorrecto en cada circunstancia.

Procurar establecer, concretar y controlar lo que se tiene que hacer y lo que se tiene que pensar.

Autonomía de ideas.

Capacidad para la vida afectiva y para el goce.

Construcción adecuada de la identidad personal.

Aptitudes y habilidades laborales y lúdicas.


Factores

de riesgo
Limitación en el ejercicio de la libertad interna necesaria.

Priorizar necesidades innecesarias sobre las necesidades básicas.

Baja tolerancia a la frustración.

Autoestima dañada.

Construcción distorsionada de ideas.

Comunicación asertiva deficiente.

Situaciones

de Conflicto
PSICOEMOCIONALES: Muerte o enfermedad grave de persona allegada. Inseguridad. Rechazo emocional afectivo. Inquietud económica. Fracaso en objetivos personales. Insatisfacción, miedo, desesperanza, celos, frustración, tristeza o enojo. Nerviosismo. Llanto. Emociones intensas. Soltería. Diagnóstico de enfermedad grave.
BIOLÓGICOS: Hambre. Alimentación. Pubertad. Menstruación. Menopausia y

climaterio. Vejez. Cansancio extremo. Enfermedad. Traumatismo, cirugía. Infertilidad. Embarazo, Parto. Drogas y alcohol. Obesidad. Síndrome Orgánico Cerebral.
SOCIOCONDUCTUALES: Conflicto o ruptura de pareja. Fracaso o quiebra económica. Despido o retiro laboral. Cambio de residencia. Cambios climáticos repentinos. Ruido. Trabajo nocturno. Acoso, hostigamiento, maltrato. Asalto, Violación, secuestro. Desastres. Ingreso escolar. Guerra. Huir de casa. Encarcelamiento, ser rehén. Intento suicida. Matrimonio. Examen escolar. Conducta sexual.

Trastornos Psicológicos
Por Adaptación a nuevas situaciones.

Estrés Postraumático

Separación-individuación.

Reacción psicótica.

Despersonalización.

Desarrollo infantil y adolescente.
Depresión. Estrés.

Angustia. Pánico

Duelo. Fobia.

Disfunción sexual. Manía

Adicción.

Epilepsia, Sida, Cáncer.


APLICACIÓN DE LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS





BIBLIOGRAFÍA
Agonía, Muerte y Duelo. Lorraine Sherr. Ed. Manual Moderno. México 1992.
Ayuda breve y de emergencia. Martha Patricia Duarte Sánchez. COVAC, México 1992.
Control emocional y salud mental. Merril F. Raber y George Dyck. Editorial Trillas. México 1991.
Documento: "Acciones de Prevención en depresión y suicidio". Juan Carlos García Ramos. En elaboración.
En búsqueda de soluciones (un nuevo enfoque en psicoterapia). W. Hudson O´Hanlon y M. Weiner Davis, Ed. Paidós, España 1990.
Intervención en Crisis. Karl A. Slaikeu. Editorial Manual Moderno. México 1988.
Intervención en las crisis. Gómez del Campo, José Francisco. Editorial Plaza y Valdés. México 1994.
La comunicación (una experiencia de vida). Loreto García Muriel, Ed. Plaza y Valdés, México 1994.
Manual de Capacitación: "Como mejorar la Autoestima y la Asertividad". VII Jornada Universitaria para la Salud Mental, Universidad de Guadalajara. Noviembre 1996.
Manual de Psicoterapia Intensiva. El proceso terapéutico. Centro de Intervención en Crisis. Guadalajara, abril 1997.
Manual: Curso Taller "Intervención en Crisis". Una Alternativa en el Tratamiento de Urgencias Psicológicas. MC. S.P. Francisco José Gutiérrez Rodríguez, Colegio de Profesionales de la Psicología del Estado de Jalisco, A.C.
Manual: VII Jornada Universitaria para la Salud Mental "Detección, manejo y prevención de crisis emocionales". Guadalajara, noviembre de 1996.
Prevención y Psicoanálisis. Cecilia Moise. Editorial Paidós. México 1998.
Psicoterapia psicoanalítica focal y breve. Lluis Farre y Monserrat Martínez, Ed. Paidós, España 1992.
Red de redes. Nora Debas, Elina. Editorial Paidós, México 1991.
Revista REDES No. 5. "Intervención en crisis con menores en riesgo". Charo Ventosa Villagrá y Magdalena Pola Maseda. Editorial Paidós. México 1999.





Juan Carlos García Ramos
Licenciado en Psicología Clínica
Colabora en la Facultad de Psicología-UAQ
Santiago de Querétaro, Querétaro
psicgarcia@yahoo.com.mx
www.uaq.mx/psicologia/investigacion/psicgarcia

PSICOEDUCACION

PSICOEDUCACION
por Lic. Gabriela A. Arévalo / Lic. Jorge R. Maldonado



Cuando nos referimos Psicoeducación, nos convoca la idea de dos ámbitos (salud-educación) que están relacionados inextricablemente. Toda práctica en el campo de la educación es una práctica socio sanitaria: se trata de un trabajo intelectual mediatizado por los decires singulares de los diversos protagonistas, los episodios cotidianos, los hechos y los acontecimientos que objetivan y materializan una realidad inaprensible de otro modo.

El mandato de Educación lo poseen la Institución Familia en primera instancia, insertada en una determinada cultura, (que tiene normas y valores) y de acuerdo a ésta la familia se encargará de formar e instruir estableciendo límites a sus integrantes.

La educación, no se circunscribe a las paredes de un edificio ni a la geografía de un organismo; transita por todos los espacios sociales que, a su vez, la atraviesan sin cesar.

Educar implica proporcionar información, explicar una determinada situación de modo coherente, precisa, sencilla, presentando al educando los elementos necesarios para la comprensión de un tema singular, estimulando conductas adecuadas a la misma.

El objetivo focal es proteger a las personas implicadas en la situación, moderando la ansiedad generada a partir del desconocimiento y/o desinformación, posibilitando el acceso a conductas más adaptada, menor ansiosa, y de este modo elevar la calidad de vida de las personas.

La tarea psicoeducativa promueve que el problema sea afrontado, que la situación sea aceptada, y por ende sea asumida, que la persona pueda posicionarse críticamente frente al problema, para comenzar a pensar en un nuevo proyecto vital.

Por que tomamos la Psicoeducación en un marco tan magno como es el tema de la salud, precisamente porque la salud es un proceso que nos implica en todos los sentidos desde el individual, social e histórico.

La salud tanto en su concepción individual como colectiva es producto de complejas interacciones entre procesos biológicos, culturales, ecológicos y económicos-sociales que se dan en el seno de la sociedad.

Por lo tanto esta determinada por la estructura y dinámica de la sociedad, por el grado de desarrollo de sus fuerzas productivas, por el tipo de relaciones que establece, por el modelo económico, por la forma de organización del Estado y sus Políticas, por las condiciones en que la sociedad se desarrolla como son el clima, el suelo, las características geográfica, sus recursos naturales disponibles, y por las formas de distribución y acceso a los mismos.

Así, conceptualmente, la Salud se define como un proceso incesante cuya idea esencial reside en su carácter histórico-social.

No definirla bien es callar su esencia, encerrarla en una definición a-histórica-social abstracta, donde palabras como físico, mental, biológico, medio ambiente, son formas o aspectos de su existencia y donde se perpetúan modos de dominación bajo la justificación lo científico a-histórico, a-político, a-ideológico, etc...

Es necesario el concepto de salud como proceso con carácter histórico y social, basándolo en la realidad que domina su determinación.

No es un concepto universal puesto que debe ser elaborado para cada modo y relaciones de producción particular, para cada realidad histórico-social. Es construido socialmente, en forma colectiva, con una lógica compleja y no es el mismo para toda la humanidad, por tanto es un concepto evolutivo y dinámico.

La salud se constituye también como un producto social en la medida en que es un resultante y depende de esas acciones que realizan a favor o en contra los diversos actores sociales y políticos que intervienen sobre las condiciones de vida de las poblaciones.

A continuación expongo algunas de las definiciones de salud mas usuales:

OMS 1946: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solo la mera ausencia de enfermedad”.

OMS 1985: “Se la considera estrechamente ligada a la capacidad de desarrollar el propio potencial personal y responder en forma positiva al reto del ambiente”.

ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD. 1992. “La salud, tanto individual como colectiva, es resultado de las complejas interacciones entre los procesos biológicos, ecológicos, culturales y económicos-sociales que se dan en la sociedad, o sea es el producto de las interrelaciones que se establecen entre el hombre y el ambiente social y natural en el que vive”

ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD. 1992. “La salud ha sido concebida como un estado de bienestar físico, psíquico y social, que implica un “normal” funcionamiento orgánico y una adaptación biológica del individuo a su ambiente, todo lo cual le permite realizar su trabajo habitual. Pero esta concepción representa una situación ideal, que se alcanzaría solo por excepción. Es necesario concebir la salud como un proceso, esencialmente dinámico, en el cual la condición de “sano” y “enfermo” son dos momentos de un mismo proceso. Como objeto de estudio, este puede considerarse al nivel individual o al nivel colectivo. La mortalidad que se analiza en los estudios de población, se incluye en este ultimo nivel.

Jakarta 1997: (Declaración sobre la promoción de la salud) “Los requisitos para la salud comprenden: la paz, la vivienda, la educación, la seguridad social, la alimentación, el ingreso, el empoderamiento de la mujer, un ecosistema estable, el uso sostenible de los recursos, la justicia social, el respeto de los derechos humanos y la equidad, sobre todo la pobreza es la mayor amenaza para la salud”.




Hablar de salud es hablar de nosotros.

La salud es un proceso de aprendizaje para encarar el desafío de la vida.

Nosotros somos los que tenemos la capacidad para generar nuestra salud. ¿Cómo?

Ø Elegir con quienes estar.

Ø Aprender a tolerar las caídas.

Ø Tener iniciativa.

Ø Hacer valer la libertad.

Ø Poder contactarse con uno mismo.

Ø Ser críticos.

Ø Saber comunicarse.

Ø Tener Autoestima

Ø Tener proyectos en la vida.



Desde aquí se infiere que la Psicoeducación es un instrumento que se ubica tanto en la prevención, asistencia y rehabilitación de la salud. Atento a la concepción personal considero muy importante que este instrumento terapéutico sea valorado en la prevención porque:

Prevención: es todo recurso que permite reducir, disminuir, interrumpir o aminorar la progresión de una afección o enfermedad. Prevención es anticiparse, actuar antes de,..

Siguiendo el modelo médico, la prevención es vacuna pero también es tratamiento. Por una parte se evita la enfermedad, antes de que suceda y por otra se cura una vez aparecida. Se trata pues, no solo de evitar, sino, que una vez instalada la enfermedad, detener su curso hasta conseguir la curación o en caso de no ser posible, retrasar su progresión el máximo tiempo que se pueda.

Educación Preventiva es un proceso dinámico en el que Educadores y Educandos son a la vez, simultáneamente, emisores y receptores de mensajes, la Educación Preventiva es un proceso que abarca un amplio conjunto de actitudes que apuntan al desarrollo intelectual, emotivo, psicológico y físico de la persona, en la practica información y educación se funden y se confunden en un mismo Proceso de Prevención.



Las actividades preventivas, en la actualidad se clasifican en tres niveles, estos son: prevención Primaria, Secundaria, Terciaria. Actualmente se habla de medidas preventivas cuaternarias:

Prevención Primaria: tiene como objeto disminuir la probabilidad de ocurrencia de las afecciones y enfermedades.

Las medidas de prevención actúan en el período pre-patológico.

Se distinguen dos tipos de actividades de Prevención Primaria:

a) Promoción de la salud. La Promoción de la salud busca el bienestar general. Por Ej. : educación sanitaria, vivienda, recreación, educación sexual, nivel nutricional, genético, examen periódico de salud.

b) La protección de la salud: medidas aplicadas a una enfermedad o grupo de enfermedades tendientes a interceptar las causas antes que involucren al hombre. Por Ej. : saneamiento ambiental, inmunizaciones etc.



Prevención Secundaria: tienen como objeto de evitar la propagación y la transmisión de la enfermedad hacia otros.

Las actividades se desarrollan en el período patológico.

Las actividades son: diagnostico precoz, tratamiento inmediato, prevenir complicaciones, prevenir la incapacidad prolongada.



Prevención Terciaria: (rehabilitación) actúa cuando las lesiones patológicas son irreversibles y la enfermedad está establecida.

Su objetivo es volver al individuo afectado a un lugar útil en la sociedad y utilizar las capacidades de funcionamiento. La rehabilitación contiene elementos físicos, psicológicos y sociales. El éxito de ella dependerá de adecuados recursos dentro de la institución familiar, hospitalarios, industriales y la comunidad.



Prevención Cuaternaria: Es la reinserción laboral del paciente y se trabaja para devolver la independencia económica del sujeto. Es todavía su inclusión polémica, pues a veces se la considera parte dependiente de la prevención terciaria. Esta medida preventiva esta directamente relacionada al marco socio-económico que será potable o no para que esta persona que se rehabilito socialmente pueda insertarse en una profesión, arte u oficio.

Estos niveles preventivos no son incompatibles entre sí, no se excluyen sino que se complementan, enriqueciéndose mutuamente en su implementación conjunta con el fin de mejorar la calidad de vida de la gente y de la sociedad en su conjunto.



Gabriela A. Arévalo.
Jorge R. Maldonado
Licenciados en Psicología
Universidad Nacional de Córdoba.
jorgermaldonado@yahoo.com.ar

A las farmacéuticas no les interesa buscar la curación

Richard Roberts (Derby, Reino Unido, 1943) defiende con énfasis la libertad de acceso a las publicaciones científicas, porque, dice, la investigación se hace “para que el público la conozca”. Con la misma rotundidad critica la falta de ética en las grandes compañías farmacéuticas por no tratar de curar enfermedades, sino de lucrarse con los medicamentos para patologías crónicas. Roberts estuvo esta semana en el Campus de Excelencia, que se celebró en Gran Canaria, para mostrar que sí hay fondos para investigar en enfermedades de los países pobres y reclamar que las empresas tengan un departamento de investigación al margen de la obtención de beneficios. Premio Nobel de Medicina en el año 1993 por sus investigaciones sobre el ADN, Roberts trabaja desde los años 70 en BioLabs, que creció con la venta de enzimas de restricción (las que son capaces de cortar el ADN en un punto concreto) y que hoy se dirige a la búsqueda de fármacos para enfermedades de países en desarrollo y a bioenergía.

¿Hay todavía muchas trabas a la difusión de la ciencia, a pesar de Internet?

La mayor parte de las publicaciones están controladas por los editores que tienen derechos de propiedad intelectual sobre ellas y que, por tanto, te cobran por leerlas. Incluso yo tengo que pagar por poder leer mis propias investigaciones.

¿Hay alguna forma de cambiar la situación y acceder libremente a este conocimiento?

Un ejemplo de cambio es que el Congreso de EEUU ha obligado a que toda investigación que se haga con cargos a los fondos del National Institutes of Health [centro de investigación médica dependiente del Gobierno] tiene que ser de acceso libre a todo el mundo en 12 meses. Ahora intentaremos que se pueda leer gratis en seis meses, después en tres meses y después inmediatamente.

Ha cuestionado la ética de las compañías farmacéuticas en sus conferencias. ¿Cree que en estas empresas predomina el negocio frente a la cura de enfermedades?

Sí, es un problema gravísimo, en la medida en que existen empresas privadas que fabrican medicamentos y precisamente, como son privadas, su objetivo es tener beneficios. Por eso buscan fármacos para enfermedades a largo plazo. Y si yo como compañía desarrollo un fármaco que me ha costado cientos de millones de dólares de investigación, pero que cura la enfermedad, ¿cuánta rentabilidad puedo esperar si se termina el negocio? Las empresas no tienen ningún incentivo a desarrollar fármacos que realmente acaban con la patología.

¿Cree que debería aprobarse una ley que obligase a que los beneficios que obtienen por fármacos de enfermedades crónicas se destinen, en parte, a la investigación de curas para enfermedades que afectan a personas con pocos recursos o patologías que afectan a población escasa?

Creo que es una decisión que debe tomar la propia compañía, no creo que se deba legislar. Y la razón de no legislar es que las grandes empresas saben los caminos para evitar aplicar esta medida, o bien harían ver que en realidad sí están invirtiendo ese dinero. Lo que es necesario es separar el descubrimiento de una curación de enfermedades de la venta de medicamentos. No podemos pensar que las empresas van a buscar curaciones, porque no les interesa. Y por eso se necesita al sector público, para que los institutos públicos de investigación, con financiación del Gobierno, se fijen en las causas y las curas de las enfermedades.

Una de las líneas de investigación de su empresa es la filariasis [enfermedad presente en 130 países en vías de desarrollo que se transmite por un mosquito y provoca la ceguera africana y la elefantiasis]. ¿Por qué se centraron en esta enfermedad?

Decidimos caracterizar el gusano de Brugia malayi para saber cómo actúa y poder hacer frente a una enfermedad que no interesa a los grandes laboratorios, que sólo quieren las enfermedades crónicas. Millones de personas padecen esta enfermedad, que afecta a su sistema linfático y, además de causar en muchos casos la ceguera, les desfigura el rostro, lo que conlleva un estigma social en muchas comunidades y un aislamiento. Además, apoyamos la investigación en centros locales de Uganda, Vietnam, Nicaragua y Camerún. Desde nuestra empresa tratamos de aplicar la ética a la investigación. Intentamos investigar en enfermedades que ahora no interesan. Y cuando sepamos curar la filariasis a lo mejor cambiamos de proyectos y nos encaminamos a la bioenergía.

¿Qué opina de las plantaciones de alimentos para producir biocombustibles?

No es ético emplear alimentos para generar energía. La alimentación es lo primero. Lo que hay que investigar es en el aprovechamiento energético de lo que no se come ni tiene otros usos, como, por ejemplo, en el caso del plátano. Cuando nos comemos un plátano, el resto es una biomasa aprovechable. Otra apuesta importante es crear un biorreactor que emplee desechos biológicos para generar energía, con restos de crustáceos o de basuras, por ejemplo.

Ha pasado casi toda su vida de investigación dedicada a la genómica. Una vez que se ha secuenciado el genoma humano, ¿cree que se producirá alguna clonación de un ser humano?

Inevitablemente llegará un día en que se clone a un ser humano, pero no es una pregunta científica, sino una pregunta que se debe hacer la sociedad, en función de las reglas sociales que se establezcan. Y una de las opciones de aplicación de la clonación será cuando haya una pareja que no pueda tener hijos por fecundación in vitro. En ese caso podrían decidir si clonan a uno de los dos para tener descendencia.

La clonación humana, ¿proporcionará más ventajas, como la mejora del conocimiento científico, o inconvenientes?

El problema aparecerá durante las pruebas de clonación, porque se crearán mutantes y criaturas que no serán muy humanas, y eso podrá llevar a detener las pruebas hasta que acumulemos más conocimiento. Pero no tengo dudas de que llegará la clonación, en 50 o 60 años.

El carácter de la ciudad

CUANDO desde nuestra casa salimos a las calles de la ciudad, en realidad seguimos en nuestra propia casa. La ciudad es, por así decirlo, el común y amplio jardín de entrada al hogar; es su antesala y su continuación, y forma parte de él.
Hasta que no seamos conscientes, todos, de que cuando caminamos por las calles de la ciudad estamos caminando por los pasillos de nuestra vivienda; hasta que no aprendamos esto bien, la ciudad seguirá siendo pasto de especuladores inmobiliarios sin escrúpulos, de concejales de bolsillo fácil y de arquitectos de brocha gorda que son los que siempre están dispuestos a ejecutar cualquier encargo por disparatado o agresivo que sea.
Escribió Ganivet en su Granada la Bella que «las ciudades, insensiblemente, van tomando el carácter de las generaciones que pasan» De igual forma, entiendo, los habitantes se ven influidos en su carácter, en sus relaciones, por el tipo de ciudad que habitan: como en un juego de pelota que bota y rebota, la ciudad, como decía Ganivet, toma el carácter de los que en ella viven y han vivido; pero, a su vez, devuelve a los residentes ese carácter que también cala en ellos.
De manera que, si se trata de una villa de suaves construcciones, de agradables paseos, de apacibles espacios, proyectará esos modos sobre el carácter general de sus vecinos, sobre su forma de ser, contribuyendo a su felicidad. Sin embargo, si es una ciudad de edificaciones agresivas, opresivas y ofensivas, esa psicología asfixiante y aplastante la convertirá en una ciudad perturbada y nerviosa; y ese nerviosismo lo transmitirá, en buena medida, a las personas que en ella viven, y las condicionará, contribuyendo a su agresividad e infelicidad.
Por eso es tan importante una ciudad ordenada y tranquila en sus construcciones; una ciudad que sepa respetar el paso y el poso que los siglos han ido dejando en su personalidad, y continuarlos. Por eso es tan importante que una ciudad no permita construcciones disparatadas; que no troque su fina piel de paredes por bastas escamas de paredones.
Sin embargo, vemos a diario, en cada pueblo, en cada ciudad, cómo se permutan paredes por paredones: paredones muy apropiados para fusilar estéticas. Nos colocan en cualquier rincón, o en medio de la localidad, aparatosos frontones que lo tapan todo y donde rebota el sentido común: inmensas pantallas de hormigón perfectamente adecuadas para proyectar sobre ellas la imagen de pesadilla urbana que han adquirido nuestras poblaciones. Nos colocan en cualquier rincón, o en medio de la localidad, tremendos icebergs de cemento armado que navegan por la vega o por las calles de la ciudad. Y encima nos lo venden como el no va más de lo ultramoderno.
Melchor Almagro San Martín escribía en 1915 de «un elemento terrible que apareció en nuestra ciudad al final de la era de la remolacha. Me refiero al cemento. Es inaudita y prodigiosa la cantidad de horrores que pueden cometerse con el cemento» ¡Y eso que Almagro San Martín no había visto nada: apenas vislumbraba el comienzo de los desaguisados!
Hemos extraído a nuestras urbes su alma blanda y les hemos inyectado, a cambio, un alma dura y una armadura disparatada de ladrillajo y cementón.
Les hemos arrancado, les seguimos arrancando, el carácter que han ido tomando y formando durante muchas generaciones, su carácter, nuestro carácter, y les hemos metido, les seguimos metiendo, unos caracteres impropios, foráneos, estridentes, universalizados, uniformados, imitados y traídos de sitios ajenos.
La ciudad, cierto, va tomando la psicología de sus moradores; pero también éstos toman la psicología de la ciudad.
De modo que, quien visite tal población y la encuentre bella, serena, con edificios equilibrados y propios de su entorno geográfico, respetuosos y continuadores de su pasado, podrá decir: he aquí unos ciudadanos sensibles, equilibrados, serenos, que saben respetar lo que han recibido y defender los rasgos positivos de su personalidad. Por el contrario, si el visitante encuentra una urbe con construcciones disformes, monstruosas, que nada tienen que ver con lo heredado, podrá decir con toda propiedad: he aquí unos ciudadanos descuidados, carentes de sensibilidad, irrespetuosos con lo que han aprendido o han heredado de sus ancestros; he aquí unos ciudadanos entre los que abundan los codiciosos y los especuladores, o los desidiosos ante los abusos, la codicia y la especulación de unos cuantos
Las ciudades feas, desproporcionadas, mal vestidas, no son otra cosa que espejos donde se refleja la fealdad del carácter general de sus habitantes. Mientras que una ciudad bella, sin estridencias, nos habla de lo apacible, de la nobleza, y hasta de la bondad, de sus ciudadanos.
Y nada tiene que ver esto con la mayor o menor cantidad de recursos que el municipio allegue. La escasez no tiene por qué estar reñida con el buen gusto ni con el buen orden. Además, en cuestiones de estética urbana, desgraciadamente, suele ocurrir lo contrario: es la llegada abundante de dinero lo que suele traer la destrucción de lo propio, la fea imitación de lo foráneo y la despersonalización de todo.
Nosotros somos, tan sólo, un pequeño eslabón entre el pasado y el futuro de la ciudad. Si no respetamos su pasado, si lo modificamos o destruimos en el presente, tampoco estamos respetando su futuro al cual no transmitimos lo que a nosotros ha llegado, sino el testimonio de nuestro feo carácter urbano y colectivo: el testimonio de la saña destructora con la que tratamos lo nuestro y lo que nos han legado los nuestros.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Crisis de Ansiedad



Las crisis de ansiedad o crisis de pánico son la respuesta de alarma de nuestro organismo ante el peligro.

Los que las viven las describen como un momento sumamente desagradable, con síntomas de aparición súbita como: palpitaciones, taquicardia, sudor, temblores, sacudidas, ahogo, opresión en el pecho, mareo, sequedad de boca, sensación de que percibes las cosas o te percibes a ti mismo en forma extraña, de que te vas a desmayar etc. Al tener estas sensaciones uno se asusta y aparece la sensación de que uno va a morir, o que está volviéndose loco.

En realidad, lo que sucede es que nuestro cuerpo ha disparado la respuesta de alarma, aunque nosotros no seamos conscientes de ello.

Si reaccionásemos con miedo, temblor o taquicardia, porque alguien nos ataca con una navaja, consideraríamos nuestra respuesta de terror y esas sensaciones, como algo normal, solo nos preocuparíamos de sobrevivir en esa situación y una vez superada nuestro miedo pasaría.

Nuestro cuerpo y nuestra mente responden con miedo cuando estamos ante un peligro, si creemos estar ante una amenaza nuestro organismo va a disparar la reacción de ansiedad y con ella todos esos síntomas: aumento de tasa cardiaca, respiratoria, tensión muscular, dilatación pupilar etc.

En sí la ansiedad es una emoción más, el problema surge cuando se activa con demasiada frecuencia. Es algo parecido a lo que ocurre con la alarma de un coche cuya misión es ponerse en marcha cuando hay peligro de que lo roben; pero que, en ocasiones, se activa sin que exista ningún peligro de robo. Del mismo modo, a veces, en algunas personas se pone en marcha el sistema de “alarma ante el peligro” y reaccionan como si, en ese momento, estuviesen a punto de morir, volverse locos o perder el control. Esto puede ocurrirles sin que estén en una situación de peligro inminente.

Lo habitual es que la primera crisis de ansiedad aparezca porque de repente notamos una o varias sensaciones nuevas, pero ante esos síntomas caemos en el error de hacer una interpretación alarmante “qué raro es esto…””esto no es normal”. Ante esa sensación de temor aparece la ansiedad, con todos sus síntomas asociados. Al haber más síntomas tendemos a asustarnos más “esto sí que no es normal…me está pasando algo”. Al haber más sensaciones hay más ansiedad y al haber más ansiedad hay más sensaciones, este es el círculo vicioso del pánico.

Una vez hemos sufrido una primera crisis esa experiencia queda marcada y uno no quiere volver a vivirla jamás, además la falta de conocimiento de por qué ha sucedido genera más incertidumbre y más miedo a que se vuelva a repetir. Como prevención y sin querer, uno empieza a estar muy atento a sensaciones parecidas a las que originaron el pánico, por lo tanto vuelve a asustarse si aumenta su tasa cardiaca, o si se siente mareado y como nuestro cuerpo sigue funcionando es fácil notar algún síntoma de ese tipo, por eso con frecuencia aparecen nuevas crisis.

Si las crisis se repiten con cierta frecuencia el sufrimiento y temor que producen puede ser muy limitante por la sensación de que no se tiene control y de que la ansiedad va a estar siempre ahí. Uno se siente incapaz de controlar la situación e interfiere en su vida y la de los que le rodean. A veces la situación puede complicarse más, si la persona empieza a evitar situaciones por miedo a que parezcan los ataques de pánico, en estos casos podemos llegar a caer en una agorafobia.

Pero por muy desagradable que sea haber padecido crisis de ansiedad, la buena noticia es que no tiene por qué convertirse en un problema crónico, como muchos creen, los tratamientos psicológicos han avanzado de forma importante y con resultados muy buenos.

La terapia consiste en romper ese círculo vicioso del pánico, dotamos a la persona de nuevas formas de afrontamiento más efectivas que las que ha estado utilizando hasta ahora, de ese modo se consigue disminuir el nivel de ansiedad, porque ya no se dispara la respuesta de alarma y que por lo tanto las crisis vayan desapareciendo.

La clave no es eliminar la ansiedad sino aprender a perderle el miedo, como no se lo tenemos a otras emociones

Fobias



No todos los miedos que sentimos pueden llegar a ser considerados fobias, para hablar de fobia a nivel psicológico se suelen tener en cuenta los criterios de Marks, se trataría de:

En pocas palabras podríamos definir la fobia como “el miedo intenso a un objeto o a una situación que la persona reconoce que no presenta, conscientemente, ningún peligro para él”. La Fobia es una respuesta de carácter claramente desadaptativo.

Hemos especificado que la fobia es una respuesta de ansiedad, y aunque es un concepto ampliamente utilizado es importante conocer qué es la ansiedad exactamente.

La ansiedad es una emoción más, su misión es poner nuestro cuerpo en alerta para afrontar un peligro, por eso cuando aparece notamos que la respiración y el corazón se acelera para dar más oxígeno a los músculos, notamos tensión en ellos; nuestro cuerpo está preparado para hacer frente al peligro luchando o huyendo.

En sí misma es una emoción útil y nos ayuda a sobrevivir, por ejemplo cuando antes de cruzar una calle oímos un frenazo brusco y nos quedamos paralizados, y en muchas otras situaciones. Sin embargo se convierte en un problema cuando empezamos a interpretar como peligrosas situaciones que no lo son tanto, y tendemos a evitarlas.

Las fobias suelen generarse porque ante una primera respuesta de ansiedad evitamos, y no dejamos que nuestro organismo descubriera qué sucedía en realidad y si existía el peligro; siendo así aprendemos a “asustarnos” ante esa situación y cada vez que nos encontremos con alguna situación similar nuestro cuerpo reaccionará con ansiedad.

En ocasiones las fobias se producen porque ha habido una experiencia desagradable, por ejemplo un perro te mordió de niño y ahora todos los perros te asustan. En otras ocasiones hemos aprendido a tener miedo a través de las experiencias de otras personas, por haberlo visto o simplemente porque nos lo hayan contado.

La clasificación DSM-IV clasifica las fobias en:

La técnica que se ha mostrado más efectiva en el tratamiento de las fobias específicas es la exposición gradual en vivo, acompañado de un adecuado manejo de los pensamientos que garanticen un adecuado enfrentamiento a la situación.

Consiste en exponer a la persona a los estímulos que ha aprendido que le causan ansiedad sin permitirle dar respuestas de evitación. Lo habitual es graduar por niveles de dificultad a qué situaciones nos vamos a enfrentar. Es útil porque afrontando la situación la persona comprueba que sus temores son infundados haciendo inútil al respuesta de ansiedad que desaparece paulatinamente. Es importante conocer cómo aplicar estas técnicas y consultar con un profesional, sobre todo si se trata de fobias que se padecen desde hace mucho tiempo o que generan niveles de ansiedad muy altos

Baja Autoestima



Nos hemos acostumbrado a oír hablar de la autoestima y de la importancia que tiene para nuestro bienestar, pero puede que no tengamos claro en qué consiste exactamente.

La autoestima no es más el concepto que tenemos de nuestra valía y se basa en todos los pensamientos, sensaciones, experiencias y observaciones que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida; gracias a todo ello nos calificamos como sociables o antipáticos, listos o tontos; en definitiva nos gustamos o no. Los millares de impresiones, evaluaciones y experiencias así reunidos se aúnan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, en un incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos.

Es frecuente que se relacione la baja autoestima con los trastornos del estado de ánimo como la depresión, sin embargo en realidad no es exclusiva de ningún trastorno. En ocasiones se considera como una de las causas de problemas conductuales, en otras solo sintomatología principal, en muchas otras como sintomatología asociada y por último consecuencia de algún problema psicológico.

Las consecuencias de tener una autoestima baja son múltiples: falta de seguridad a la hora de relacionarse, deseo constante de aprobación, sentirte inútil, evitar comprometerte por temor a no dar la talla; en definitiva supone una carga de ansiedad y puede limitar mucho nuestra vida.

Uno de los principales factores que diferencian al ser humano de los demás animales es la consciencia de si mismo: La capacidad de establecer una identidad y darle un valor. En otras palabras, tú tienes la capacidad de definir quién eres y luego decidir si te gusta o no tu identidad. El problema de la autoestima está en la capacidad humana de juicio. El juzgarse y rechazarse a sí mismo produce un enorme dolor, dañando considerablemente las estructuras psicológicas que literalmente te mantienen vivo.

Así que si te sientes identificado o sientes que no te reconoces tu valía en su justa medida no te resignes a ese malestar, porque no es ni mucho menos algo estable o que forme parte de tu personalidad, puede cambiarse si cambias los hábitos que has adquirido a la hora de valorarte. Empieza a prestar atención a cómo te hablas y no te permitas ser tan critico contigo mismo, cambiar esos hábitos no siempre es sencillo y quizás necesites la ayuda de un profesional; pero si trabajas en ello con constancia notarás la diferencia

Depresión


De todos lo trastornos relacionados con el estado de ánimo la depresión es el más conocido e incluso nos hemos acostumbrado a utilizar esta palabra con mucha frecuencia para describir estados de tristeza o desmotivación.

Según la clasificación diagnóstica DSM-IV-TR podemos hablar de trastornos del estado de ánimo cuando notamos 5 o más de estos síntomas durante un periodo de dos semanas, o dos o más síntomas si se llevan manteniendo alrededor de dos años:

Estado de de ánimo depresivo durante casi todo el día, sensación de haber perdido el interés o el gusto por casi todas las actividades, perdida o aumento de peso sin motivo aparente, insomnio o necesidad constante de dormir, sensación de fatiga o de falta de energía, sentimientos de culpa o sensación de fracaso, baja autoestima, pensamientos suicidas y sensación de agitación.

Si te sientes identificado con varios de estos síntomas puede ser que efectivamente estés deprimido, aunque es un profesional el que te podrá orientar y aclarar tus dudas.

La depresión es uno de los trastornos que mayor incomprensión genera, la sensación de la persona deprimida es la de que nadie puede comprender su sufrimiento, el esfuerzo que supone a veces realizar cualquiera actividad y lo culpable que uno se siente por encontrarse así. Otra de las ideas es que es un trastorno crónico de difícil solución, por lo que la sensación no puede ser más desesperanzadora, me siento fatal y además no hay solución.

La realidad de la práctica clínica y la efectividad que en los últimos años han tenido los tratamientos psicológicos contradice estos planteamientos, en cada caso la depresión aparece por diferentes causas, pero una terapia adecuada, individualizada y centrada en las necesidades de la persona deprimida es fundamental para volver a recuperar el bienestar. Y si la persona genera una rutina en aquellas estrategias que le son útiles para sentirse bien, va a notar una gran mejoría.

Lo habitual es que se trabaje en varios niveles aprendiendo a recuperar aspectos gratificantes de la vida, ganar seguridad ante situaciones nuevas, mejorar la autoestima, aceptar nuestros errores y aprender a conocer nuestros recursos. Si existen problemas concretos se trabajará para aprender a afrontarlos de un modo realista, buscando posibles soluciones y ejecutando diferentes estrategias que puede que se hayan perdido o que no se han intentado nunca porque las desconocías.

Estrés


El estrés no es más que la respuesta del organismo ante una situación que conlleva unas demandas que a la persona le resulta difícil satisfacer; es decir, nosotros sentimos la necesidad de poner nuestro cuerpo alerta para poder salir airosos de la situación.

El que una situación se interprete como estresante depende de la propia situación, pero también de la evaluación que nosotros hagamos de ella; los estresores pueden ser cambios negativos (divorcio, enfermedades, muerte de seres queridos...) o positivos (cambio de casa, matrimonio, nacimiento de un hijo...). Situaciones extremas como las que se viven en las guerras o cuando nos enfrentamos a grandes catástrofes. Pero las que suelen alterar nuestro bienestar son las situaciones de estrés mantenidas, como las que en algunos casos conlleva el mantener nuestro ritmo de vida habitual: trabajo, estudios, tareas domésticas, educación de los hijos...

¿Cómo influye la respuesta de estrés en nuestro organismo?

En principio se creía que la activación psicológica era la misma en todos los casos, sin embargo investigaciones posteriores dejaron claro que hay distintos ejes de nuestro cuerpo que se activan según el caso.

Según el modelo de Carrobles los mecanismos implicados en la respuesta de estrés serían:

1) Eje neural

Es el que se activa de forma inmediata en todos los casos, provocaría un aumento de la actividad de nuestro Sistema Nervioso Simpático (SNS), que provoca un aumento de la tasa cardiaca, vasoconstricción de los vasos cerebrales y vasodilatación de los vasos musculares. La activación del SNS no suele ocasionar trastornos psicosomáticos, ya que nuestro cuerpo no tiene capacidad para mantenerla durante mucho tiempo. La única complicación puede venir dada por una activación del Sistema Nervioso Somático que provoca una tensión muscular, si esa tensión se mantiene durante mucho tiempo sí podría ocasionar problemas, pero solo en casos excepcionales en que la activación del Eje Neural sea muy intensa o si ya existe una vulnerabilidad previa.

2) Eje Neuroendocrino

Para activarse necesita unas condiciones de estrés más mantenido, cuando se dispara nuestra médula y las glándulas suprarrenales se activan y segregan adrenalina y noradrenalina; esto contribuye a provocar una respuesta similar a la del Sistema Nervioso Simpático, pero más lenta y mantenida en el tiempo. Por lo tanto cuando activamos este eje estamos preparados para una intensa actividad física; es por este motivo que se activa cuando percibimos que podemos hacer algo para controlar la situación estresante, ya sea escapar o ponernos en marcha para hacer frente a las demandas del medio.

3) Eje Endocrino

Cuando se activa este eje se producen numerosos efectos sobre el organismo los más importantes son: aumento de la producción de glucosa, irritación gástrica, aumento de la producción de urea, aumento de la retención de sal en los riñones con una consiguiente retención de líquidos para incrementar los depósitos de glucógeno en la sangre. Los efectos más importantes tienen que ver con la disminución de las defensas y la sintomatología gastrointestinal.

Para que se produzca la activación de este eje es necesario que se dé una situación más mantenida en el tiempo, pero al contrario que el anterior, el eje endocrino se activa en los casos en que la persona percibe que no tiene control sobre la situación y sólo puede soportar el estrés.

Por lo tanto las respuestas físicas ante el estrés y los órganos que se ponen en marcha dependen del tipo de estresor pero también de la valoración que hace de él la persona. Mantener una respuesta de estrés una vez se ha activado va a depender de que el individuo siga viendo la situación como estresante y busque una solución. Cuando acaba la situación estresante con o sin intervención de la persona, se pone fin a esa activación.

Dado que cada individuo suele tener un patrón de enfrentamiento psicológico ante las situaciones estresantes, es fácil comprender que también existe una forma de responder de nuestro organismo que se suele denominar estereotipia de respuesta, es decir, nuestro organismo se activa de forma casi igual cuando percibimos que estamos ante una situación de estrés.

Si esa activación física es excesiva, muy frecuente o muy intensa, los órganos diana afectados podrían desgastarse demasiado, sin que tengan tiempo de recuperarse, produciendo un agotamiento de los recursos y que aparezca el trastorno psicosomático:

Cefaleas: Tensiónales (debidas a tensión muscular), migrañosas (debidas a problemas
circulatorios) y mixtas.

Dolores Crónicos: Lumbalgia, dismenorrea...

Trastornos Gastrointestinales: Síndrome de colon irritable, aerofagia, úlcera péptica, colitis
ulcerosa...

Trastornos Dermatológicos: Alopecia, prurito, dermatitis, seborrea...

Trastornos Musculares: Contracturas musculares mantenidas, temblores...

El Tratamiento cognitivo-conductual aborda varios aspectos:

Como hemos visto las variables psicológicas son muy importantes a la hora de que se produzca la activación física y también influyen para que se active un eje u otro del organismo.

Dependiendo del caso se dota de estrategias de afrontamiento de estrés más efectivas, o se buscan cambios para disminuir los estresores; así conseguimos que nuestro cuerpo no se ponga en alerta con tanta frecuencia. Dependiendo del caso y del tipo de trastorno se trabajará de distinta manera con un objetivo común, aumentar la calidad de vida y disminuir los efectos negativos que las emociones están teniendo sobre el organismo

Enfermedades psicosomáticas


Las enfermedades psicosomáticas, o trastornos psicofisiológicos, son aquellas en que hay presente una evidencia de sintomatología física y en la que los estados psicológicos son determinantes en el curso del problema.

Es habitual que las personas que las sufren tengan que peregrinar de un especialista a otro y pasar por numerosas pruebas médicas; para determinar a qué se deben sus dolores de cabeza, sus molestias estomacales o musculares.

La conclusión finalmente suele ser la misma, no hay una causa física clara a la que atribuir esa sintomatología; se suelen recetar medicamentos paliativos y se aconseja disminuir el nivel de estrés. Esto suele resultar bastante frustrante para el paciente, si no hay una causa orgánica no hay un tratamiento claro y tampoco un final para los síntomas que suelen reaparecer de forma cíclica y persistente, lo que influye claramente en su calidad de vida. Personas diagnosticadas con cefaleas tensionales, migrañas o síndrome de colon irritable, se sentirán identificadas.

A lo largo de la historia del hombre siempre se ha creído que existía una relación entre las emociones y la salud, en muchos casos no eran más que suposiciones, avaladas por datos. A finales del siglo XIX se empiezan a realizar estudios para buscar una relación entre lo psíquico y lo somático. Sin embargo las primeras investigaciones rigurosas no se realizan hasta la década de los 40; en esta época el punto de partida de estas investigaciones es ver cómo las emociones y la personalidad pueden influir sobre las funciones psicológicas y contribuir a la aparición o empeoramiento de numerosos trastornos físicos. Varios trabajos intentan establecer relaciones entre determinadas características de personalidad y algunos trastornos; hoy en día estos estudios han perdido credibilidad.

Las aportaciones más importantes se dan a partir de los años 60, en gran parte debido al cambio del concepto de salud; se entiende por salud una mayor calidad de vida y se empieza a investigar para buscar la prevención de la enfermedad. Esto facilita que surjan investigaciones sobre cuáles son los factores que contribuyen a la aparición de patologías para poder prevenir su aparición, entre esos factores se le empieza a dar gran relevancia a los psicológicos.

Los nuevos modelos de evaluación y tratamiento del estrés aparecidos en la década de los 90, no dejan lugar a dudas sobre la influencia de las variables psicológicas y de determinadas emociones (ansiedad, estrés, depresión) en los trastornos psicofisiológicos.

De estos modelos se han derivado varias vías de tratamiento para las enfermedades psicosomáticas: por un lado se trabaja para que la respuesta de ansiedad o estrés no se dispare con tanta facilidad y también se dota de otras estrategias para enfrentarse a situaciones de estrés de forma más efectiva. Al margen de la ayuda que pueden ofrecer los medicamentos, que pueden paliar los síntomas, se trata de ofrecer mecanismos para que los pacientes puedan manejar sus síntomas de otro modo. Es importante valorar las circunstancias personales y las dificultades de cada uno para trabajar aquellos aspectos que puedan devolverles la calidad de vida y el bienestar

Fibromialgia



La fibromialgia, hasta hace poco conocida como fibrositis, es una enfermedad crónica que produce dolor en varias localizaciones del cuerpo y una intensa sensación de cansancio.

Es una enfermedad que ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud recientemente, por lo tanto hasta hace poco tampoco existían unos claros criterios diagnósticos. Hay muchos interrogantes al respecto, se puede decir que la principal característica es el dolor en músculos, tendones y ligamentos, pero sin la presencia de una causa orgánica que lo determine (las radiografías y resultados en otro tipo de pruebas son normales). Esto ocasiona malestar en el enfermo, ya que hace que en ocasiones sus síntomas no sean tomados en serio por los que le rodean. El otro síntoma característico y que limita mucho la calidad de vida del enfermo es el cansancio, mantenido durante casi todo el día.

Así mismo existen toda una serie de síntomas asociados a la fibromialgia y que pueden aparecer en algunos casos, aunque no tienen por qué hacerlo en todos:· Anquilosamiento o rigidez: Especialmente a primera hora de la mañana o tras periodos largos de inmovilidad.
· Dolores de cabeza: Dolores por tensión muscular o neuralgias en la cara, también pueden producirse por exceso de sensibilidad en los músculos del cuello y hombros. Pueden ir acompañados de disfunción en la articulación temporomandibular.
· Trastorno del sueño: Sueño poco reparador, insomnio de conciliación o despertares frecuentes.
· Síntomas abdominales: Trastornos digestivos, dolor, flatulencia, estreñimiento y síndrome del colon irritable.
· Síntomas genitourinarios: Aumento de la frecuencia de la necesidad de orinar, inflamación de la pared de la vejiga, cistitis intersicial
· Dolores menstruales: Molestias menstruales y aumento de los síntomas de dolor muscular durante la regla.
· Síndrome de piernas inquietas.
· Problemas de piel: Prurito, sequedad o hinchazón.
El diagnóstico actualmente se realiza en base a tres criterios:

1) Dolor crónico en músculos y tendones de una duración mayor de 3 meses.
2) Ausencia de otra enfermedad que explique los síntomas.
3) Presencia de dolor intenso al presionar los “puntos sensibles al dolor” al menos en 11 de
los 18 puntos localizados en todo el cuerpo.

Se han barajado muchas hipótesis sobre sus causas, se piensa que en estos pacientes podrían estar alterados los procesos de percepción del dolor.

Algunos estudios han puesto de manifiesto la correlación existente entre fibromialgia y estrés. Otros desencadenantes pueden ser infecciones víricas o enfermedades como la artritis reumatoide. Pero no existe evidencia de que sean las causantes del trastorno sino que facilitan que se desarrolle en las personas que tienen una predisposición.

Las formas de tratamiento se centran en mejorar la calidad de vida del paciente, ejercicio moderado, antiinflamatorios y sobre todo intervenir para disminuir los niveles de estrés y ansiedad que hacen que la sintomatología empeore

La Terapia de Pareja

¿Qué sucede para que de un comienzo de ilusión y confianza surjan los conflictos de pareja? Muchas parejas que acuden a nuestro centro se hacen esa pregunta, su pensamiento principal es “cómo hemos llegado a este punto”. La decisión de iniciar una terapia de pareja en muchas ocasiones se toma como última oportunidad de arreglar las cosas, ya que cuesta mucho aceptar que se necesita la ayuda de una tercera persona.

El objetivo que nos planteamos en nuestro no es salvar la relación a toda costa, sino conseguir trabajar con unos objetivos comunes a los dos miembros de la pareja, a veces será iniciar una terapia para recuperar la relación y en otros casos ayudar a llevar a cabo la separación con el menor coste posible para los dos.

Para trabajar de forma efectiva en pareja lo más importantes es que los dos miembros se impliquen y muestren interés por resolver sus problemas.

Las causas de los conflictos de pareja son muy diferentes de caso a caso, es frecuente que con el paso del tiempo se vaya cayendo en rutinas que perjudican la relación, se van abandonando aquellos aspectos que unieron a la pareja en un primer momento, se dejan de lado las muestras de afecto, no se comparten actividades juntos; en otros casos lo que sucede es que hay desequilibrios concretos en la relación, otros problemas surgen por una falta de comunicación, o por una falta de habilidades para expresar desacuerdos.

Actualmente cada vez existen más divorcios en ésta sociedad derivados de las formas de interacción de la pareja, los cambios de comportamiento que cada miembro de la pareja desea en el otro, cómo han intentado cambiar al otro (amenazas, regañinas, etc.), qué factores mantienen las actitudes no deseadas, recursos que tiene cada uno y que pueden ser utilizados para cambiar el comportamiento del otro, y los problemas de cada miembro de la pareja que intervienen en la relación.

Todos estos aspectos pueden cambiar si la pareja trabaja de forma constante con el terapeuta, recuperar aquello que les unió en los primeros momentos no es una utopía, sino una posibilidad centrada en el cambio en varios aspectos:

1) Identificación de cambios positivos en el comportamiento del otro.

2) Utilizar un nuevo vocabulario en la pareja.

3) Desarrollo de habilidades de comunicación.

4) Aprendizaje de un nuevo modo de influencia reciproca.

5) Desarrollar habilidades de resolución de problemas.

6) Reestructuración cognitiva que permita evaluar de un modo más adecuado su relación
de pareja y sus expectativas con respecto a la misma.
7) Desarrollo de la Autoafirmación personal, defender tus derechos personales.

8) Adquisición de los principios fundamentales del comportamiento que garanticen
generalizar y mantener los cambios conseguidos y la resolución de nuevos problemas.

Ansiedad Infantil



La principal diferencia entre la ansiedad en adultos y en un niño es que el niño no es el que decide ir al psicólogo, son los padres los que suelen tomar esa decisión. Pero ¿Cómo saber si nuestro hijo sufre una ansiedad o un miedo que requiere la ayuda de un profesional?

En general, para la ansiedad en adultos, a nivel clínico, se siguen los criterios de Marks para determinar que un miedo es una fobia, es decir, una fobia es un miedo desproporcionado para las demandas de la situación, es irracional, queda fuera del control voluntario y se emiten respuestas de evitación (escape o huida) cuando existe la posibilidad de encontrarse en la situación temida.

Estos criterios se quedan cortos para los niños, ya que muchas veces correríamos el riesgo de interpretar los miedos evolutivos como fobias, por lo tanto habrá que tener en cuenta que no se trate de un miedo evolutivo, la intensidad del sufrimiento que le ocasione al niño y el grado de perturbación que produzca en el desarrollo o en la vida de la familia.

Pero, ¿qué es un miedo evolutivo? El miedo y la ansiedad funcionan como un agente protector, ya que se disparan cuando la persona se siente en peligro, en este sentido existen una serie de miedos propios de cada etapa del desarrollo. Por ejemplo, los niños pequeños responden con llantos ante lo desconocido porque así alertan a la madre. A medida que el niño va madurando y desarrolla la capacidad para recordar el pasado, sus miedos se formulan en otros términos y aparecen los miedos a peligros imaginarios o lo que podría ocurrir.

Los miedos evolutivos forman parte del desarrollo, aparecen desde la primera infancia y van desapareciendo y apareciendo según la edad.

Desde que nace hasta el primer año se consideran como evolutivos temores como pérdida de apoyo, sonidos fuertes, alturas, personas, objetos extraños, separación, objetos amenazadores.

Hasta los dos años y medio aproximadamente es normal que el niño tenga miedo a la separación de los padres, los extraños, tormentas, pequeños animales, insectos.

Hasta los a seis son típicos miedos a la oscuridad, animales en general, quedarse solo, fantasmas, monstruos.

Entre los 6 y 11 años los miedos se centran en sucesos sobrenaturales, pero también heridas, daño, salud, muerte, miedos escolares.

Entre los 11 y 13 años el desarrollo del niño hace que sus miedos se vayan centrando más en temores sociales, autoimagen y también en los escolares.

En resumen consideramos que un miedo es una fobia y por tanto sería conveniente consultar a una profesional cuando:· Miedo intenso y desproporcionado frente a un peligro real.
· Las reacciones no las pueden explicar ni razonar.
· Las respuestas no pueden ser controladas.
· Evita la situación.
· Dura un periodo de tiempo prolongado (mínimo dos años o produce gran perturbación en el niño).
· Es desadaptativo, no tiene función.
· No se asocia con ninguna edad o etapa del desarrollo.

lunes, 25 de agosto de 2008

Neuropsicología

Neuropsicología

Existe un sector en que la función del psicólogo es tan desconocida como necesaria, la neuropsicología. Es el área de la psicología que se ocupa de las relaciones cerebro-conducta, representando una aplicación genuina del enfoque biopsicosocial a la comprensión de la mente humana.

¿ QUÉ ES ?

La neuropsicología es el área de la psicología que se ocupa de las relaciones cerebro-conducta, representando una aplicación genuina del enfoque biopsicosocial a la comprensión de la mente humana. Se diferencia de otras especialidades básicamente en tres aspectos:


En el tipo de población atendida: personas con disfunciones cognitivas, trastornos de la conducta o problemas funcionales en las que se sospecha la afectación del sistema nervioso central. Por ejemplo, esquizofrenia, demencia, lesión cerebral adquirida, enfermedades genéticas y neurológicas, intoxicaciones, hiperactividad, SIDA, cáncer, toxicomanías, etc..
En los problemas tratados: lesiones o disfunciones del cerebro.
En los procedimientos y técnicas empleadas: tests neuropsicológicos, pruebas de neuroimagen y terapias psicológicas (modificación de conducta, neurorrehabilitación, terapia familiar, etc..).
FUNCIONES DEL NEUROPSICÓLOGO

Consisten en:


El diagnóstico clínico del funcionamiento cognitivo, conductual y emocional mediante pruebas estandarizadas.
El tratamiento: mediante técnicas psicoterapéuticas y procedimientos de rehabilitación, ayudando al paciente a que retorne a un nivel de funcionamiento normal después de la enfermedad o lesión o, en su caso, para que disfrute de una calidad de vida adecuada.
El consejo y asesoría: orientando a enfermos, familiares, personal sanitario y asistencial.


ÁMBITOS DE ACTUACIÓN DEL NEUROPSICÓLOGO

Centros geriátricos: centros de día y residencias.
Departamentos de neurología, unidades de memoria y de demencias.
Empresas farmacéuticas: determinación de niveles de neurotoxicidad de fármacos.
Equipos de salud mental.
Psicología forense: determinación de daño corporal (lesiones cerebrales).
Psicología infantil.

hijos hiperactivo

Niño hiperactivo


A menudo se observa que el niño "no puede prestar atención a la maestra" o que "causa problemas en la clase". Entre las varias razones para explicar este tipo de comportamiento hay una en particular que, por ser relativamente común, debe ser conocida por los padres. Se trata del Trastorno o Desorden de Déficit de Atención (DDA).

Aunque un niño con DDA desea ser un buen estudiante, tiende a ser impulsivo e incapaz de prestar atención debida en la clase. Los maestros, padres y compañeros saben que el niño se está portando mal, o que es "diferente", pero no saben exactamente qué es lo que anda mal. Es una situación que puede afectar al 3 % de todos los niños. Es diez veces más común en niños que niñas.

Con frecuencia el DDA se acompaña de hiperactividad: los niños más pequeños tienden a correr y a trepar excesivamente; los niños mayores se notan inquietos y nerviosos. En contraste con el alto nivel de actividad que normalmente ocurre en los niños, en esta condición la hiperactividad es descuidada, muy poco organizada y carece de metas u objetivos definidos. Un niño que padece de DDA, con o sin hiperactividad, presenta varias de las siguientes características.:

Dificultad al organizar su trabajo, dando la impresión de que no ha escuchado las instrucciones.
Se distrae con facilidad.
Sus trabajos son descuidados, sucios y, por su impulsividad, comete errores.
Interrumpe la clase con frecuencia con comentarios o actuaciones inapropiadas.
Tiene dificultad en esperar su turno cuando está en actividades de grupo.
No sigue las órdenes o instrucciones que se le dan o los pedidos que se le hacen.
Se le hace dificil mantenerse jugando el mismo tiempo que sus compañeros de clase de su misma edad.
Sin el tratamiento apropiado, el niño o niña caerá progresivamente en atrasos permanentes en su trabajo escolar. Las relaciones con sus compañeros y amigos sufrirán debido a su falta de cooperación en los juegos y otras actividades sociales. Su amor propio se verá aún más afectado por el rechazo de sus amigos y las reprimendas repetidas de maestros y familiares, al no entender éstos cómo manejar su problema.

Si un niño presenta problemas de comportamiento como los descritos, los padres deben pedir a su pediatra o médico de familia que les refiera a un psiquiatra o psicólogo infantil, que es el especialista más familiarizado con el Desorden de Déficit de Atención.

En ocasiones, el uso de medicinas puede ser aconsejable, particularmente si el DDA está acompañado de hiperactividad. El psiquiatra infantil puede ayudar a padres, maestros y a las autoridades escolares a encontrar formas de enseñanza efectivas para estos niños con Desorden de Déficit de Atención.