El porcentaje de los que toman esta droga sigue estancado en España
El consumo diario de alcohol y tabaco, por el contrario, es el más bajo en diez años
Los clientes del cannabis se reducen, los de cocaína, no. Cada vez son menos los que se atreven a fumar marihuana; el consumo diario de tabaco y alcohol se sitúa en sus índices más bajos de los últimos diez años; o la heroína sigue siendo una droga marginal. Sin embargo, la cocaína se resiste a los planes puestos en marcha por las autoridades.
Según la 'encuesta domiciliaria 2007/2008', presentada hoy por los ministros Alfredo Pérez Rubalcaba y Bernat Soria, el consumo de cocaína se mantiene estable en sus niveles más altos desde que comenzó a hacerse un seguimiento continuado dentro del Plan Nacional sobre Drogas (1995). El 3% de los españoles entre 15 y 64 años ha consumido esta sustancia en los últimos doce meses. Hace doce años, lo hacía el 1,8%.
Tal y como se ha encargado de recordar el titular de Sanidad, "España tiene el dudoso récord de encabezar los países donde mayor es el consumo de esta sustancia". Sin embargo, Soria no ha podido establecer una razón por la que esta sustancia —a diferencia del resto— no disminuye, y eso que es una a las que más fondos y planes se dedica.
Quizá siga pesando mucho la percepción colectiva de que los 'polvos blancos' son una "droga de éxito social" —a diferencia de la heroína, más vinculada al fracaso y la marginalidad—. "Es cierto que el consumo de cocaína es más social y que existe una mayor percepción de que el consumidor controla más", asegura Marta Giménez, ex directora de la Comunidad Terapéutica de Barajas, una residencia para la desintoxicación de pacientes desestructurados, dependiente del Ayuntamiento de Madrid.
Un dato esperanzador:
Los cocainómanos, según Giménez, no perciben su deterioro físico tan rápido como los heroinómanos —por lo que tardan más en admitir su adición—. Eso sí, en los últimos años (ella abandonó esta Comunidad Terapéutica hace un año) habían visto un incremento en el número de adictos "puros" a esta sustancia —es decir, que no eran politoxicómanos—, y cada vez más jóvenes (entre 20 y 30 años).
El único dato positivo sobre el consumo de esta sustancia es que ha bajado el porcentaje de ciudadanos que repiten después de su primera 'esnifada'. Si en 1995, más de la mitad (52,9%) de los que probaban una raya, repetían durante los siguientes doce meses, en 2007, ese porcentaje se ha reducido al 37,5%, lo que supone 5,4 puntos menos que en 2005. Para Soria, este es un dato "esperanzador".
El consumo diario de alcohol, el más bajo en diez años
El resto de la encuesta muestra la cara más positiva de los planes antidroga desarrollados en los últimos años.
Los fumadores esporádicos de cannabis se reducen con respecto a años anteriores (10,1% lo hicieron en los últimos doce meses; el 27,2%, alguna vez en su vida).
El consumo diario de tabaco y alcohol es el más bajo de los últimos diez años. Además, entre los consumidores de alcohol, también se registra una reducción (del 5,5% al 3,4% en un año) en el colectivo de 'bebedores de riesgo' —los hombres que se toman tres wiskis al día, dos en el caso de las mujeres; o un litro de cerveza al día, 3/4 en las mujeres—.
Para los autores de esta encuesta, existe una relación estrecha entre esta reducción y dos medidas concretas puestas en marcha por los Ministerios de Sanidad y del Interior: la ley antitabaco y el mayor número de controles de alcoholemia. Si en 2003, el 3,94% de los más de 1.700.000 controles daba positivo, en 2007, haciéndose más del doble de controles (3.759.574), dieron positivo el 2,15% de los conductores. "Todo está relacionado: existen más controles, eso genera en la población una mayor percepción de riesgo, consecuentemente se consume menos", según el ministro de Sanidad.
La edad de inicio en el consumo de todas las drogas ha aumentado ligeramente (a los 16,8 años en el caso del alcohol, a los 21,7 con la heroína). Además, los ciudadanos perciben que es más difícil ahora conseguir drogas. Esto puede estar relacionado, según Rubalcaba, "con el mayor control y presencia de agentes policiales" en los puntos de venta.
El consumo diario de alcohol y tabaco, por el contrario, es el más bajo en diez años
Los clientes del cannabis se reducen, los de cocaína, no. Cada vez son menos los que se atreven a fumar marihuana; el consumo diario de tabaco y alcohol se sitúa en sus índices más bajos de los últimos diez años; o la heroína sigue siendo una droga marginal. Sin embargo, la cocaína se resiste a los planes puestos en marcha por las autoridades.
Según la 'encuesta domiciliaria 2007/2008', presentada hoy por los ministros Alfredo Pérez Rubalcaba y Bernat Soria, el consumo de cocaína se mantiene estable en sus niveles más altos desde que comenzó a hacerse un seguimiento continuado dentro del Plan Nacional sobre Drogas (1995). El 3% de los españoles entre 15 y 64 años ha consumido esta sustancia en los últimos doce meses. Hace doce años, lo hacía el 1,8%.
Tal y como se ha encargado de recordar el titular de Sanidad, "España tiene el dudoso récord de encabezar los países donde mayor es el consumo de esta sustancia". Sin embargo, Soria no ha podido establecer una razón por la que esta sustancia —a diferencia del resto— no disminuye, y eso que es una a las que más fondos y planes se dedica.
Quizá siga pesando mucho la percepción colectiva de que los 'polvos blancos' son una "droga de éxito social" —a diferencia de la heroína, más vinculada al fracaso y la marginalidad—. "Es cierto que el consumo de cocaína es más social y que existe una mayor percepción de que el consumidor controla más", asegura Marta Giménez, ex directora de la Comunidad Terapéutica de Barajas, una residencia para la desintoxicación de pacientes desestructurados, dependiente del Ayuntamiento de Madrid.
Un dato esperanzador:
Los cocainómanos, según Giménez, no perciben su deterioro físico tan rápido como los heroinómanos —por lo que tardan más en admitir su adición—. Eso sí, en los últimos años (ella abandonó esta Comunidad Terapéutica hace un año) habían visto un incremento en el número de adictos "puros" a esta sustancia —es decir, que no eran politoxicómanos—, y cada vez más jóvenes (entre 20 y 30 años).
El único dato positivo sobre el consumo de esta sustancia es que ha bajado el porcentaje de ciudadanos que repiten después de su primera 'esnifada'. Si en 1995, más de la mitad (52,9%) de los que probaban una raya, repetían durante los siguientes doce meses, en 2007, ese porcentaje se ha reducido al 37,5%, lo que supone 5,4 puntos menos que en 2005. Para Soria, este es un dato "esperanzador".
El consumo diario de alcohol, el más bajo en diez años
El resto de la encuesta muestra la cara más positiva de los planes antidroga desarrollados en los últimos años.
Los fumadores esporádicos de cannabis se reducen con respecto a años anteriores (10,1% lo hicieron en los últimos doce meses; el 27,2%, alguna vez en su vida).
El consumo diario de tabaco y alcohol es el más bajo de los últimos diez años. Además, entre los consumidores de alcohol, también se registra una reducción (del 5,5% al 3,4% en un año) en el colectivo de 'bebedores de riesgo' —los hombres que se toman tres wiskis al día, dos en el caso de las mujeres; o un litro de cerveza al día, 3/4 en las mujeres—.
Para los autores de esta encuesta, existe una relación estrecha entre esta reducción y dos medidas concretas puestas en marcha por los Ministerios de Sanidad y del Interior: la ley antitabaco y el mayor número de controles de alcoholemia. Si en 2003, el 3,94% de los más de 1.700.000 controles daba positivo, en 2007, haciéndose más del doble de controles (3.759.574), dieron positivo el 2,15% de los conductores. "Todo está relacionado: existen más controles, eso genera en la población una mayor percepción de riesgo, consecuentemente se consume menos", según el ministro de Sanidad.
La edad de inicio en el consumo de todas las drogas ha aumentado ligeramente (a los 16,8 años en el caso del alcohol, a los 21,7 con la heroína). Además, los ciudadanos perciben que es más difícil ahora conseguir drogas. Esto puede estar relacionado, según Rubalcaba, "con el mayor control y presencia de agentes policiales" en los puntos de venta.
Fuente soitu.es
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